Cuando uno entra en este particular “jardín” se magnifica ante la gran y pomposa decoración. Parece un bar de cuento de hadas. Podrás tomarte un café al lado de un unicornio con sombrero o de un osito de peluche haciendo lo más insospechado. Es ideal para ir con niños, pero también para tomar un café o un cocktail agradable por la noche.
Su carta tiene también un toque dulzón. Desde el té Lago de las Hadas hasta tarta Orgasmo de Chocolate pasando por un Martin Miller en su Club Gin Garden. Su público es variado y suele tener un toque de distinción.