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[title]Subida en un taxi, a medio camino entre un fitting para un desfile y el ensayo para su actuación en los Premios Time Out Cultura, Samantha Hudson es capaz de hacer una disertación sobre la identidad de género y la normatividad de los medios de comunicación mientras se define a sí misma como "la princesa fibrada de la música máquina". Hay pocas artistas tan icónicas como ella con un discurso tan bien argumentado, y es un placer conversar sobre su nuevo disco y su nominación a los EMAs 2023 apenas unas semanas antes de que se suba al escenario de La Riviera el próximo 18 de noviembre.
¿Por qué se llama 'AOVE' tu nuevo disco?
Me sonaba bastante divertido. Hay una entrevista a Abril Lavigne en la que cuenta cómo llamó a su single 'Sk8er Boi', con un 8 en medio de la palabra 'skater', y decía que se sentía muy orgullosa por haber tomado riesgos creativos. Así que yo con AOVE me siento igual. Me parecía 'díver' y creo que suena muy bien, al menos en inglés. Es verdad que me he complicado la vida y el posicionamiento online no va bien (AOVE es aceite de oliva virgen extra), pero me propuse desbancarlo. Además, también es un acrónimo de los cuatro primeros temas que incluye (Adicta al sonido; Otra vez; Vodka Red Bull y Es lo que hay).
Tiene un tono mucho más electrónico que 'Liquidación total', tu anterior álbum.
Es muy raver. Hay reminiscencias del hardstyle, del bumping… ahora soy la princesa fibrada de la música máquina. Así soy, voy coleccionando epítetos.
Aunque no haya una reivindicación literal en las letras a mí me siguen pareciendo bastante disidentes
Lo que no hay son colaboraciones como sí ha habido en tus temas anteriores.
No hay ni una sola colaboración, es verdad. A mí me gustaría contar con gente, la verdad, pero es que no le prestan nada de atención al Whatsapp. O eso, o me detestan todas. En realidad también me resultaba más orgánico, porque como vivo en un huracán, cuanta menos gente haya que coordinar, mejor.
Las letras parecen tener un mensaje menos reivindicativo, menos ironía y más fiesta.
Es más bailongo y hay menos mensaje explícito, pero al final mi identidad es una parte íntegra de mi música. Aunque la canción sea un producto al margen, la que la canta y la defiende en directo soy con yo, con lo cual, aunque no haya una reivindicación literal en las letras a mí me siguen pareciendo bastante disidentes.
Y te siguen representando todas ellas.
Sí, al final todas son Samantha Hudson. Haga un bolero o un 'Por España', van a tener el mismo efecto. De hecho, creo que hacer un bolero hoy en día sería más revolucionario.
Además del nuevo disco, tienes mucho que celebrar, como por ejemplo tu nominación a Mejor artista española en los MTV EMAs 2023.
Sí, es muy emocionante. Sobre todo porque es un espaldarazo muy grande a mi proyecto, que parece que no es muy relevante. Yo creo que al ser una mujer del Renacimiento y hacer todo lo que hago, a lo mejor mi carrera musical queda un poco opacada. Pero es en realidad de lo que vivo. Mi principal fuente de ingresos son los 'shows' que hago y he estado en el Sónar, en el Warm Up… festivales de mucho renombre. Para mí es importante, aunque sea un rollo tener que participar en ciertos circuitos para que pongan en valor tu propuesta. Pero bueno, como siempre, comiéndole la tostada al mainstream.
Me ocupo de ofrecer siempre una visión lo más crítica posible dentro de mis posibilidades
Es cierto que en los últimos años has ido conquistando espacios del 'prime time' y de enorme difusión mediática, desde tu participación en 'MasterChef Celebrity' o 'Pasapalabra' hasta tu entrevista con Risto Mejide.
Sí, pero en general no suele haber espacio para muchas de nosotras. Creo que cada generación le toca a una persona disidente del género LGBTI que esté en el ‘spotlight’ y haga un poco esa labor de embajadora de la otredad en el mundo de la norma. Yo estoy muy contenta y me apetece compartir cosas que me parecen importantes. Me ocupo de ofrecer siempre una visión lo más crítica posible dentro de mis posibilidades.
¿Sientes un poco de responsabilidad por ser altavoz de una comunidad?
No diría tanto responsabilidad, porque tampoco me da miedo equivocarme. Ya que estoy ahí quiero contar mi experiencia de la manera más honesta posible. Y resulta que quizá mi experiencia no es algo aislado o particular mío, sino que todas mis compañeras formamos parte de un día a día golpeado por una violencia sistémica. Pero no estoy en todos los medios por ser una chica excepcional, que también lo soy, sino porque a día de hoy es como un toque. Hay 800 hombres cisheterosexuales blancos en los medios de comunicación con el mismo perfil y diciendo las mismas cosas, y se ve como algo natural. Pero si hay más de dos travestis, más de dos gays, más de dos personas racializadas ya es como una dictadura de lo progre. Y a mí eso me parece un error garrafal. Sobre todo porque provoca que esas personas que están en esos medios tengan esa responsabilidad de representar a toda la comunidad, como si toda la comunidad tuviera una única experiencia. A pesar de compartir ciertas cosas, creo que cada una vivimos situaciones muy diferentes y también es importante que se vea reflejada esa diversidad dentro de la propia diversidad.
¿Crees que esta mayor exposición está ayudando a las nuevas generaciones?
Los medios siempre dicen que soy como un icono de la generación Z, yo creo que la generación Z es mi icono particular y es más referente para mí de lo que yo soy para ella. Pero, contra todo pronóstico, creo que soy bastante intergeneracional. Mi público, al menos según las estadísticas de Instagram, son casi todo mujeres heterosexuales, mamás, abuelas que me ven en la tele… Igual que he trascendido lo 'underground' y estoy en el 'mainstream' también he trascendido mi generación. Pero bueno, al final yo soy una chica muy contemporánea y ya está.