Tras el cierre obligado por la pandemia, la Joy Eslava es una de las discotecas de la ciudad que también ha tenido que reconvertirse. Y ha vuelto a abrir sus puertas, ahora como Teatro Eslava, recuperando así su nombre tradicional, y con el objetivo de convertirse en una nueva experiencia donde lo mismo puedes ir de concierto, que vivir la mejor fiesta de la noche o descubrir una nueva propuesta de cena y espectáculo flamenco.
Así que no pierde su esencia como centro del clubbing donde bailar al ritmo de los djs más destacados ni como espacio donde asistir a los conciertos de grupos y cantantes nacionales e internacionales y suma además, un 'show dinner' que bajo el nombre de OléOlá, presenta un espectáculo de flamenco bajo la dirección artística de Cristina Hoyos y José Carlos Plaza, y una propuesta gastro firmada por el gabinete Ansón & Bonet.
A esto se añada un cambio en la estética, del que se ha encargado el polifacético y galardonado creador Philippe Starck que, como si hubiera desnudado la sala de todo lo que ha ido acumulando durante los últimos años, la pulido hasta dejarla en su esencia más pura. Lo que sí ha conservado es la estructura arquitectónica original y varios elementos claves del patrimonio como las molduras, las barandillas, la bóveda del techo con su patrón original y los medallones de madera. Y con alguna que otra reforma importante, como con la construcción de una concha acústica dentro del teatro para proporcionar un mejor aislamiento fónico a la sala.