Time Out en tu buzón de entrada

Buscar
Zahara
©Alfredo Arias Horas

Zahara: "He volcado en estas canciones todo lo que soy"

La cantante se embarca en una revolucionaria etapa musical en ‘Puta’, un disco con poderosas letras donde se abre en canal

Escrito por
Sergio del Amo
Publicidad

Zahara, gracias al valiente y sonoramente sorprendente ‘Puta’, ha hallado una vía para sepultar los capítulos más dolorosos que ha experimentado a lo largo de su vida. Aunque en realidad esta no es únicamente su historia; es la de millones de mujeres. De hecho, en estos once temas la ubetense no solo se atreve a hablar de bullying, abusos o relaciones tóxicas, sino que además lanza un poderoso mensaje de empoderamiento. Ha vuelto con más fuerza que nunca. Charlamos con ella a las puertas de su concierto en La Riviera este 12 de junio. 

Ante todo, ¿cómo te encuentras?
Bien, bien. Cuando hice este disco fui un poco inconsciente a muchos niveles. Fui sacando cosas que llevaba dentro y en ningún momento me planteé qué efecto iba a tener en mí o, ni mucho menos, en los demás. Todo ha ido tan rápido, la composición y la grabación, que ahora es cuando soy consciente de la realidad que he contado y lo que está pasando. Recibir estas reacciones tan positivas me sorprenden y me encantan. Simplemente he volcado en estas canciones todo lo que soy. Ver que estas heridas y estos traumas conectan con la gente, en vez de producirles rechazo, es algo precioso dentro de todo lo malo que he vivido.

Ver que estas heridas y estos traumas conectan con la gente es algo precioso

Pocos álbumes publicados en nuestro país suenan tan terapéuticos y catárticos como 'Puta'.
Pasar un confinamiento con un hundimiento personal tan bestia me llevó a acelerar algo que, probablemente, creo que hubiese ocurrido con el paso de los años. Es cierto que echando la vista atrás, observando las canciones que he compuesto a lo largo de mi vida, ya estaba esa necesidad de contarlo. Sin embargo, antes me protegía mediante metáforas y caminos secundarios para no afrontar la realidad de frente. A pesar de que este confinamiento me llevó a la depresión y a la tristeza más absoluta, al hundirme pude reconstruirme y sacar todo de golpe.

¿Estás preparada para rememorar todos estos fantasmas tanto en las entrevistas promocionales como encima del escenario?
Es una de las preguntas que traté con mi psicóloga, quien siempre me decía que hay que compartir con los demás aquellas cosas que ya no te duele que manoseen o manipulen. He hecho un trabajo tan brutal con ella de colocar esto en un sitio menos doloroso para mí, lo cual es un proceso que no creo que haya superado para nada, que lo afronto de una manera diferente, con mucho menos dolor. Sí es cierto que me siento más preparada. Vengo todo lo fuerte que puedo porque sé que lo que viene ahora es remover cosas que, por suerte, ya no tengo escondidas en cajas, puertas y casas. Ese dolor sigue a mi lado, pero puedo dominarlo.

Imagino que este no será el primer disco tuyo que le pondrás a tu hijo de tres años y medio. Aunque apuesto lo que quieras a que, sin duda, será del que se sentirá más orgulloso.
Quiero creer, porque una nunca sabe cómo le saldrá el hijo, que cuando él vea este disco y por qué lo hice, la lección más valiosa que recibirá es que siempre tiene que contar las cosas y no guardárselas. Dentro de que es muy pequeñito, todo el tiempo intento que cuando le pasa algo me lo cuente, no juzgarle por las cosas que puede pensar que están mal hechas o, por ejemplo, que no tenga miedo de decirme si algún niño le pega en el cole. Este trabajo es un ejemplo de todo eso que intento enseñarle. Si abusan de ti y lo escondes, si te sientes culpable y no lo explicas, todo se acaba haciendo bola. Es inevitable que todos los seres humanos suframos dolor en algún momento de nuestra vida, pero si aprendemos a gestionarlo cuanto antes, mejor. Espero que lo que le quede sea: “Joder, qué guay, mi madre al final fue capaz de contarlo en lugar de llevárselo a la tumba”.

Ese dolor sigue a mi lado, pero puedo dominarlo

 ¿La buena recepción que tuvo 'Merichane' hace unos meses fue la que te impulsó a creer aún más en este proyecto, disipar las posibles dudas que quizá al principio tenías?
Tuve la sensación de estar escribiendo una novela. Antes del confinamiento ya tenía 'Ramona', y una vez encerrada la primera que me salió fue 'Flotante'. 'Merichane' fue la tercera. Por entonces aún me quedaban ocho canciones, pero al terminar esa en concreto sentí que, de alguna manera, tenía que completar los capítulos de la novela. Con 'Merichane' empecé a tener una visión global del álbum, así que fíjate si fue reveladora para mí. Podría decirse que es como un tráiler de 'Puta'.

Este LP cierra una trilogía. ¿Ya tienes la mente puesta en lo siguiente?
Cuando hice 'Santa' aún no sabía que iba a llevar a cabo una trilogía. Ese fue mi primer disco autogestionado y autoeditado por mí, y lo poco que entonces tenía claro es que desde ese momento quería poner mucha atención al formato físico. La segunda parte iba a llamarse Melodrama al principio, pero justo cuando lo decidí Lorde se me adelantó. Entonces me quedé colapsada, pero al comprobar que todas las canciones tenían referencias relacionadas con el espacio decidí ponerle Astronauta porque representaba el ascenso del plano celestial a la estratosfera. Una vez empezó la gira de Astronauta sí supe que mi siguiente disco iba a llamarse PUTA e iba a hablar de las mujeres. No obstante, no tenía claro que iba a hablar de mí de una forma tan clara; mi idea original era hacer un álbum que contara la historia de muchas mujeres, no la mía en particular. El confinamiento lo transformó todo. Sobre lo próximo que vendrá, una vez cierre esta etapa, siento varias cosas. Principalmente, como ya lo he contado todo, en lugar de presión siento mucha libertad, mucha liberación a la hora de afrontar lo que venga.

Mi idea original era hacer un álbum que contara la historia de muchas mujeres, no la mía en particular

Tras ese giro electrónico que iniciaste el pasado año con_juno, tu proyecto paralelo junto a Martí Perarnau (el productor de 'Puta'), ¿cómo ha cambiado el proceso compositivo de tus canciones?
Ha sido curioso porque después de aprender tanto de electrónica con Martí, escuchándola, disfrutándola y, sobre todo, haciéndola con _juno, he tenido un cambio en ese sentido de mi propio concepto de la música. Para mí lo electrónico era algo alejado y sintético, y ahora me parece que puede ser la cosa con más alma del mundo, que puede transmitir unas emociones que jamás pensé que fueran posibles. Asimismo, el confinamiento nos influyó porque al estar encerrados ambos usamos los instrumentos que teníamos a nuestro alcance: un ordenador con Ableton, unos sintetizadores Moog y Juno y un teclado Midi que tengo por casa. Martí y yo no parábamos de enviarnos archivos. Todo ello ha alterado mi forma de componer porque antes, ciertamente, tenía unas normas internas de las que era muy presa en cuanto a lo que la canción debía ser. En ese sentido también me he liberado.

¿Tu familia, la gente que siempre ha estado a tu lado, era conocedora de todos los episodios que aquí narras?
Había cosas de mi vida que sí había hablado con mis padres o con algunos amigos cercanos, pero nunca le había contado a nadie toda mi realidad. Sin ir más lejos, no me había sentado con mis padres para decirles lo que me había pasado, ni tampoco mientras me estaba ocurriendo. No podía porque me sentía tremendamente avergonzada. Algunas historias que me habían pasado hace tiempo, como por ejemplo el tema del maltrato, de alguna manera sí que lo había hablado con mis padres, pero ni yo había querido profundizar ni había dejado tampoco abierta la posibilidad de preguntas. Cuando vives estas cosas te supera la culpa. Sientes vergüenza, que te lo mereces y que quien lo ha hecho mal eres tú. Es brutal porque si mi mejor amiga me contara la cuarta parte de lo que yo estoy contando ahora nunca la culparía, nunca la juzgaría. De alguna manera este disco me está sirviendo un poco para abrir ese camino. Es muy gracioso porque el otro día mi padre me dijo: “Bueno, ahora que ya lo has explicado todo, si te pasa algo, por favor, cuéntanoslo, que no nos enteremos por la prensa”. Siempre les digo que me han dado lo que me ha salvado la vida, lo más valioso que tengo: mi creatividad.

¿Con el tiempo te has reconciliado con Úbeda, el lugar que te vio nacer?
Como ciudad es preciosa, me encanta, y siempre la recomendaré porque estar ahí es increíble. Pero lo que yo viví creo que me hubiera ocurrido en cualquier otro sitio. Pasó en Úbeda porque nací allí, pero me hubiera pasado en Madrid, o en Nueva York o en una aldea perdida. Solo siento desprecio por las personas que me hicieron daño, y eso no va a cambiar. Incluso, puede que me encuentre con ellas y que me dé igual, a lo mejor consigo llegar a la indiferencia. Las buenas personas que hay en mi vida, las que también estaban en Úbeda, son las que me importan. Como después también me pasó de todo en Barcelona y en Madrid no le voy a coger manía al lugar que nací por unos cuantos desgraciados. Las ciudades son sus personas. Para mí Úbeda son mis padres, mi tía, mi prima, mi sobrino Darío y amigos como Rafa, Juanma y Lili.

Sé que el formato físico es un suicidio comercialmente hablando porque no es rentable, pero a mí no me importa

¿Crees que alguna gran discográfica se hubiese atrevido a publicar este álbum?
Cuando saqué 'Merichane' recibí ofertas. Digámosle que hubo llamadas, gente interesada. Pensé: “¡Qué fuerte!”. Solo habían escuchado esa canción, que al final tuvo un impacto brutal. A lo mejor pensaron: “Zahara se ha puesto un poco malhablada y en el resto de los temas volverá a ser la amabilidad hecha humana”. Pero no, este no es un disco amable. No sé si lo hubieran sacado porque no tengo relación con ellas ni interés, la verdad. Sé que el formato físico es un suicidio comercialmente hablando porque no es rentable, pero a mí no me importa. Mi objetivo es otro: que el fan que se lo haya comprado sienta que tiene un objeto valioso, importante y especial para cuidar. Sé que esto contradice las normas económicas de un sello porque al final las discográficas sacan discos para ganar dinero, lo cual es licito y noble, no lo juzgo. Lo que pasa es que mi movida está en otro sitio.

¿Qué puedes contarnos del concierto que ofrecerás en junio en La Riviera?
La electrónica, al igual que en el disco, será fundamental. Sobre el escenario estaremos solo Martí Perarnau, Manuel Cabezalí y yo. Los beats los procesarán en directo, por lo que todo va a ser muy vivo. Puedo avanzarte que serán como tres conciertos en uno: una parte más pop, una segunda más acústica a lo antigua Zahara y una recta final bastante techno. Me da muchísima pena que la gente vaya a estar sentada porque me voy a destrozar en el escenario. Eso ya lo aviso. 

Recomendado
    También te gustará
    También te gustará
    Publicidad