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Un 27 de julio de hace 130 años, el artista neerlandés Vincent Van Gogh pintó la que sería su última obra, 'Raíces del árbol'. Ese mismo domingo recibiría un disparo de bala en el estómago -según algunas teorías, de forma accidental; para otros, fruto de un suicidio- que, dos días después, acabaría con su vida.
El Museo Van Gogh de Ámsterdam ha revelado la localización exacta en la que el artista pintó aquel último cuadro. Se trata de la carretera Rue Daubigny, en la comuna francesa Auvers-sur-Oise, a unos 32 kilómetros al norte de París. Allí pasó Van Gogh los últimos meses de su vida.
El descubrimiento ha sido posible gracias a Van der Veen, director científico del Instituto Van Gogh, una organización sin fines de lucro establecida para preservar la pequeña habitación del artista en el Auberge Ravoux. Van der Veen llegó al hallazgo de manera casual mientras miraba imágenes del lugar de alrededor de 1905. Una de ellas muestra a un ciclista en la Rue Daubigny, de pie junto a un terraplén empinado, donde las raíces de los árboles son claramente visibles. Las mismas que inmortalizó Van Gogh en aquel cuadro que nunca llegó a terminar.