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Después de permanecer cerrado más de tres meses por la pandemia, el Museo del Prado reabrió sus puertas en el mes de junio. Sin embargo, no lo hicieron todas sus salas. Algunas, como la dedicada al Bosco, seguía cerrada al público por motivos de rehabilitación y reorganización. Hasta ahora, que vuelve a acoger visitantes.
Se trata de la sala 56 A del edificio Villanueva, que luce nuevo aspecto y montaje museográfico, concebido integralmente para permitir una percepción más limpia de las piezas y optimizar el uso del espacio. Suma, además, un monitor que permite la sucesión animada de detalles de las obras expuestas, aumentando su tamaño incluso 12 veces más que el original. Para no perderse ni un detalle.
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