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A Manuela Carmena le gusta el chocolate y gracias a ella tendremos el entierro más dulce de los últimos años de Carnaval. Dramas al margen. Que hablamos del entierro de la sardina. Si Venecia tiene sus máscaras, nosotros tenemos una sardina de chocolate como icono carnavalesco. Vamos, lo que a las Navidades son el roscón y el panettone. Ese es el objetivo futuro. Que este postre y la tradición pagana sean uno.
En este proyecto la alcaldesa de Madrid ha contado con la colaboración de pasteleros, cocineros y empresarios que estarán ahora mismo rellenando miles de moldes para que en los próximos días más de 70 pastelerías –de Nunos a Mallorca, de Viena Capellanes a Cal-Millor- ofrezcan el famoso pescado en versión cacao. Desde este jueves 8 de febrero se unirán también varios restaurantes. La lista es larga: Latasia, La Berenjena, Sacha, Florida Retiro, Grupo La Máquina…
La idea parte del año pasado cuando el concurso para escoger el postre oficial, convocado por el Ayuntamiento, se lo llevó David Cristóbal Cercadillo pero este año cuadraba mejor todo para dar al premio el impulso necesario. Se ajustan los tiempos de los obradores y la efeméride. Se cumple el 250 aniversario del tradicional recorrido, dirigido por la Alegre Cofradía, que va desde la ermita de San Antonio de la Florida hasta la Fuente de los Pajaritos, en la Casa de Campo, donde se da sepultura al pescado más festivo.
Pero ahí no acaba el asunto. Que si nos ponemos, nos ponemos. Cuatro maestros pasteleros –entre ellos, el jefe de pastelería del prestigioso Oriol Balaguer- han creado una sardina de casi cien kilos y dos metros para despedir el carnaval. Los que se acerquen al Patio de Cristales de la Casa de la Villa el Miércoles de Ceniza (14 febrero) podrán dar buena cuenta de esta nueva especie de gigante marino. Y no se preocupen, que con este tiempo, fresco estará.