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Las residencias fueron uno de los principales focos del coronavirus durante la pasada primavera. Y ellos, nuestros mayores, los grades afectados por la pandemia. Ahora, cuando algunos expertos señalan que podríamos estar a las puertas de una segunda ola y con más de 200 nuevos casos al día, la Comunidad de Madrid quiere establecer un mayor control en los más de 500 geriátricos de la región.
El Gobierno regional regulará las visitas de familiares y allegados dependiendo de la situación específica de cada centro, y restringirá, en los casos que así se determinen, los nuevos ingresos. Así se recoge en un documento elaborado por la Dirección General de Coordinación Sociosanitaria de la Consejería de Sanidad, en el que se propone "acordar un umbral epidemiológico a nivel comunitario, a partir del cual esté justificada la toma de estas medidas más restrictivas en el ámbito de las visitas e ingresos en las residencias en función de la serología de cada centro".
Por el momento, la Comunidad de Madrid no prevé la prohibición total de las visitas, como se hizo a mediados de marzo, dado que sería contraproducente ya que los mayores necesitan las relaciones sociales como parte de sus rutinas.