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Si bebes, no puedes conducir, pero subirte a un tren y que te lleven de viaje, sí. Es lo que propone el Tren del Vino, que después de unos meses de parón ha vuelto a ponerse en marcha a toda máquina, uniendo Madrid y Valladolid para alegría de los amantes del enoturismo y de las rutas del vino.
Además del viaje de ida y vuelta desde la estación de Chamartín, el billete de tren (99 euros) incluye, además del traslado en autobús a la bodega correspondiente (Cepa 21, Menade, Bodegas Hijos de Félix Salas o Pinna Fidelis), visita, cata y comida y, en algunos casos, alguna visita complementaria.
Los primeros viajes con destino la Ruta del Vino Cigales ya han comenzado (desde el pasado 25 de julio) y el calendario de rutas para los próximos meses quedaría así: a partir del 29 de agosto rumbo a la Ruta del vino de Toro; desde el 26 de septiembre a la Ruta del Vino Ribera del Duero; desde el 31 de octubre a la Ruta del Vino de Rueda; desde el 28 de noviembre a la Ruta del Vino Cigales; y desde el 19 de diciembre a la Ruta del Vino Ribera del Duero de nuevo. Las reservas de viaje ya están abiertas y pueden realizarse a través de la web del Tren del Vino.