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La hora del aperitivo tiene un nuevo rincón, una nueva barra en la que disfrutar del tapeo en el barrio de Chamberí. Es un lugar sencillo, una pequeña barra, varias mesas bajas y otras tantas en la terraza, pero tiene una selección de gildas, el pintxo vasco más reconocido internacionalmente, inigualable en la capital. Y está a un paso de la famosa calle Ponzano.
La carta de Doble y Gilda (Santa Engracia, 105), que exhibe siete variedades diferentes de gildas (de 1,5 a 3€), está diseñada para salivar. Puedes arrancar con alguna de sus versiones (sea la clásica de anchoa, la vegetal o la de pulpo) y, a golpe de cañas bien tiradas o vermut, seguir por sus tablas de queso y/o embutidos (con el sello de calidad de Beher), unos platillos de conservas (mejillones José Peña) e incluso un pularda desmigada en aceite de oliva. Vamos, que empiezas y sales comido.
Fátima y Emilio, responsables de este localito que es bar y tienda al mismo tiempo (puedes llevar todo para disfrutarlo en casa), preparan al momento montaditos bien apetecible: de gallina trufada con salmorejo, de sobrasada con o sin aguacate o de pastrami con crema mostaza y pepinillo... Y, de postre, una porción de tarta de queso. No hay más pero tampoco hace falta.