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El día que los callos se llevaron todos los focos no es un día sino un mes. Chulería castiza la suya. Con los primeros fríos de noviembre llega la séptima edición del Mes de los callos, un evento que cuenta con el apoyo de la Oficina de Turismo del Ayuntamiento de Madrid y de importantes asociaciones hosteleras. Las jornadas pretenden elevar la cocina tradicional madrileña que ofrecen los restaurantes que participan a través de un plato tan ilustre, que vive estos años una segunda juventud, un renacimiento. La organización ha fijado un precio de 30 euros para un menú cerrado que se compone de entrante, callos, postre o café y bebida.
Dos son las novedades de la convocatoria de este año. Al clásico plato diversos establecimientos añadirán en sus barras una tapa o ración de callos con Garbanzos (bajo la confianza y buen hacer de Garbancera Madrileña) y, además, el producto casquero comparte protagonismo con otro de sus ingredientes básicos, el pimentón, que viene con el sello la D.O. Pimentón de la Vera gracias a la colaboración de La Chinata.
Veinte son esta edición las direcciones participantes, un listado que atraviesa la ciudad. De Chamartín al Barrio de Salamanca, de Vallecas a Embajadores. Apunta y planea tu ruta en busca de algunos de los mejores callos a la madrileña que se pueden probar en la capital, como en Casa Baranda, Casa Pedro, Los Arcos, Los Galayos, Manolo 1934, Cruz Blanca Vallecas ¡y más!