10 lugares que no te puedes perder en Atocha

Una antigua nave ferroviaria perteneciente a la estación de Atocha alberga La Neomudéjar, un centro de artes de vanguardia y residencia artística internacional menos conocida que otros espacios similares como La Tabacalera o La Casa Encendida. Alejada del circuito artístico convencional, busca dar salida a todo tipo de disciplinas que no tienen cabida en otras galerías como videoarte, performances, street art, parkour, robótica y más.

Situado junto al Retiro y la estación de Atocha, el Museo Nacional de Antropología alberga objetos de diferentes pueblos de África, América, Asia, Europa y Oceanía, así como también fondos de Antropología física. Desde su remodelación en 2004 y 2005, su recorrido es temático y pasa por áreas como indumentaria y adorno, música y actividades lúdicas, creencias o vivienda y ajuar doméstico de los cinco continentes. Una de las estrellas de la colección es una canoa filipina de seis metros, así como las cabezas humanas reducidas de Ecuador.

Una de las instituciones científicas de Carlos III, el Real Observatorio de Madrid se completó en 1790, después de la muerte del rey. Se trata del mejor edificio neoclásico de Madrid, de bellas proporciones, y fue diseñado por Juan de Villanueva. Actualmente acoge una valiosa colección de instrumentación antigua, entre ellas un telescopio gregoriano, otro newtoneano, reguladores astronómicos, cronoscopios... Las visitas son guiadas y siempre bajo reserva previa.

Un buen libro, un café y los cientos de tortugas que habitan esta pequeña selva urbana pueden convertirse en los mejores compañeros en la espera del próximo tren o la llegada de un ser querido. Unas 7.000 plantas de 400 especies diferentes conforman este peculiar jardín con un microclima propio bajo la estructura metálica y acristalada de la estación.

El bar más famoso para comer un bocata de calamares de Madrid. Esta cervecería, que se mantiene prácticamente intacta desde su apertura en el año 1961, es un punto turístico ineludible, por sus famosos bocadillos y por su situación, justo enfrente de la Estación de Atocha. También tienen pinchos de tortillas bastante buenos y tostas. Su terraza siempre está llena en verano.

Este panteón de estilo neobizantino está ubicado en el barrio de Pacífico, cerca de la estación de Atocha y de su basílica. Construida por el arquitecto Fernando Arbós y Tremanti, data del año 1899 y en él están enterrados ilustres personajes como Eduardo Dato, José Canalejas, Antonio Cánovas del Castillo y Francisco Martínez de la Rosa, entre otros. Tras la Guerra de Independencia, y una vez que los dominicos fueron exclaustrados en 1834, el convento de Nuestra Señora de Atocha se convirtió en un cuartel de inválidos.

He aquí una visita obligada, parte esencial del Triángulo del Arte de Madrid, junto con el Prado y el Thyssen-Bornemisza. Llegas al Reina Sofía y una de las cosas que más te gusta es su explanada: en ella, una impresionante fachada con tres torres de ascensores de vidrio y acero, diseñadas en colaboración con el arquitecto británico Ian Ritchie, te dice que sí, que lo que vas a ver es arte contemporáneo en todo su esplendor. Lo mismo ocurre si accedes por su parte trasera, la famosa ampliación del arquitecto francés Jean Nouvel.

La calle de Claudio Moyano, más conocida como la Cuesta de Moyano por su pendiente, es una de las más famosas de Madrid, no solo por su ubicación entre Atocha y el Retiro, sino por las casetas de libros que se instalan en esta vía, junto a la valla del Jardín Botánico. Es una opción perfecta si buscas un libro antiguo o de segunda mano, y a veces se encuentran auténticas joyas escritas. También suele ser frecuentada por patinadores al ser una calle amplia y peatonal con anchos bancos de cemento.

Goya creó algunas de sus imágenes como diseños para la Real Fábrica de Tapices de Madrid, fundada en 1721 y originalmente localizada en el barrio de Chueca, aunque ha estado en esta sede desde 1889. Las habilidades, la paciencia y la meticulosa técnica de los artesanos no ha cambiado desde entonces, y se pueden apreciar en sus dos secciones, donde verás de cerca el proceso de fabricación y restauración de sus obras: la Sala de Alfombra y la Sala de Tapices.