Es una de las carreras populares más familiares, originales y curiosas de las que se celebran en Madrid. No tanto por la competición en sí como por lo que ocurre cuando uno llega al final. Y es que su nombre, La Melonera, de algún sitio tenía que venir y es precisamente del hecho de que todo aquel corredor que cruza la línea de meta tiene como premio una rodaja de melón.
Un año más, la carrera volverá a contar con modalidades para todo tipo de corredores: dos recorridos de 5 y 10 kilómetros y una carrera infantil, para niños y niñas de 4 a 13 años. Lo importante es pasarlo en grande... ¡y comer mucha fruta! Toda la información, en la web oficial.