Ríosequillo

Time Out dice
¡Ojo! Nos esforzamos para informar con precisión. Pero estos son tiempos inusuales, así que, por favor, confirma que este local aún está abierto.
Estamos en Buitrago de Lozoya, pero parece que hayamos entrado en una explosión de fantasía pop tipo Zabriskie Point. Esto es un oasis con kiosko de helados, sombrillas de brezo y esas mesitas de pícnic atestadas de bañistas que comen sandía y emparedados de atún. Solo faltarían los Beach Boys cantando, por ejemplo, Cool, cool water, y el plan ya sería de idilio. Pero aquí lo que más sorprende es la longitud de la piscina, que se extiende por la orilla del río inclinándose hacia un lado, como si lo quisiera besar. La rodea una zona ajardinada, con el césped tan bien cortado que parece un campo de golf, robando terreno a un pinar que nos protege del mundanal ruido.