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Urrechu Velázquez

  • Restaurantes
  • Avenida de América
  • precio 3 de 4
  • 5 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
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Time Out dice

5 de 5 estrellas

Íñigo Urrechu (Pérez, en realidad) sigue ampliando su cartera de locales y regresa ahora desde Pozuelo al centro de Madrid, donde ya estuvo hace más de dos décadas en El Amparo. Sigue, también, rindiendo homenaje a sus orígenes, a ese pueblo al que hace referencia el nombre de sus restaurantes y su apodo, tomado casi como apellido natural. Abierto a finales de 2017, Urrechu Velázquez da un pequeño paso adelante en cuanto a lo cosmopolita, incorporando algunos toques de fuera en ingredientes y pequeños aderezos. Pero que nadie se asuste o emocione, sigue siendo lo que era, sigue siendo un clásico. Actual, pero clásico.

A esa ligera renovación de aires, que no es que se echara en falta pero que nunca sobra si se lleva a buen cabo, ayuda el amplísimo local, ex Nodo, que guarda gran parte de los detalles estéticos de su último morador, The Hall, muy a lo “lounge”, versátil como para una comida de negocios o una cena en pareja, moderno, cómodo, acogedor y sofisticado.

De los fogones siguen saliendo grandes estrellas de la casa, “fueras de carta” como esos huevos fritos con su puntillita, patatas, jamón y angulas al ajillo; esa ensaladilla rusa; esa otra de bogavante, vinagreta de su propio jugo y cebolleta trufada que la asidua clientela exige que no falte. También hay novedades varias. Íñigo incorpora exquisito atún rojo, por ejemplo, marinado con soja y a la plancha, con ñoquis, o en un delicioso tartar con caviar y originales aceitunas rebozadas. O una lubina que puede que os ofrezcan en el día, acompañada de aguacate, remolacha y wan tun frito. No fallan, no lo han hecho jamás, sus kokotxas de merluza al pil-pil.

Hablemos de sus callos, otro imprescindible, con morros, chorizo y morcilla asturiana. Hablemos de su ternura, de su melosidad, de su sabor. Hablemos de una novedad de monte, de su lomo de ciervo asado y servido con crema de castañas y una rica mezcla asada de patata, boletus y verduritas.  Y hablemos, por supuesto, de sus postres caseros, los cuales es recomendable pedir con tiempo porque tardan en elaborarse. Por destacar uno, nosotros nos quedamos con la sopa templada de chocolate, frutos rojos y helado de galleta.

Aunque hay una gran barra, no hay carta de picoteo como tal. Sí presenta Urrechu la gran ventaja de poder pedir casi toda la carta, excepto el pollito ´coquelet´, en formato media ración. Los jueves por la tarde tienen una interesante iniciativa que llaman `Drink and Bites´ (14 euros) y que incluye un cóctel, un gin tonic, y merienda a base de pequeños bocados de sus platos. ¡Ñam!

Escrito por
Andrés Galisteo

Detalles

Dirección
Velázquez, 150
Madrid
28002
Transporte
República Argentina (M: L6)
Horas de apertura
De lu. a sá. de 13 a 2 h. Do. de 13 a 16 h.
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