Teatro Español
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Reseña

Carmen, nada de nadie

3 de 5 estrellas
Beatriz Argüello da vida a la primera y única mujer que fue jefa del gabinete del presidente del gobierno en la historia democrática española
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  • Crítica de Time Out
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Time Out dice

Regresa a la cartelera madrileña esta obra después de triunfar la temporada pasada en la Nave 10 de Matadero, que ha tomado ahora un nuevo rumbo supuestamente más contemporáneo. Y regresa con una nueva actriz encarnando el papel protagonista. En este caso es Beatriz Argüello quien se mete en la piel de la controvertida Carmen Díez de Rivera, la primera y única mujer que ha desempeñado el cargo de jefe del gabinete del presidente del gobierno en España desde que acabó la dictadura. Es curioso reparar en este punto mientras se ve la función, y es imposible no pensar que algo tiene que ver, sí, con que Carmen era una mujer aguerrida, valiente e inteligente, pero también con su linaje aristocrático y su amistad personal con Juan Carlos de Borbón, que además de enchufarla en Televisión Española en 1968, le quería enchufar otra cosa.

Esta cuestión planea por sobre la obra siempre. Es la historia de una mujer importante, una mujer que parece estar detrás de decisiones tan trascendentales en la llamada Transición como la legalización del Partido Comunista de España. Pero, al mismo tiempo, es una mujer privilegiada que, tras ser víctima en su juventud de la indigencia moral endogámica, típica de la alta alcurnia de este país, viajó por el mundo, vivió en África (nunca se dice dónde ni cómo, el habitual desliz colonialista y eurocentrista) y, viendo y compartiendo la vida “simple” de los aborígenes, entendió que la humanidad debe entenderse y vivir en paz y armonía. Probablemente, la persona real era más compleja, interesante y caleidoscópica que este personaje, pero es suficientemente atractivo como para mantener la atención tanto sobre su vida personal explicada en flashbacks, como sobre los episodios políticos tan trascendentales en los que estuvo implicada al lado de Adolfo Suárez.

Es una obra en este sentido didáctica si uno tiene interés por conocer de dónde venimos, pero se dan por supuestos muchos datos, como que Carmen era hija del cuñadísimo de Franco, Serrano Suñer, el amigo de los nazis. Los más jóvenes que vayan a verla, que se repasen la Transición o que vayan con padres y abuelos, que probablemente la disfrutarán más, aunque solo sea por escuchar luego los recuerdos de sus mayores. Beatriz Argüello intenta darle el empaque que merece el personaje y, por momentos, lo habita orgánicamente. Los otros tres personajes, el presidente Suárez de Oriol Tarrasón, el rey Juan Carlos de Víctor Massán y la marquesa madre de Carmen de Ana Fernández, tienen mucho de composición libre poco dirigida, porque la dirección, ciertamente, es más bien pobre, dada la poca acción que propone el texto. Aún así, un silencio atento y un aplauso cerrado hablan de un público entregado a la propuesta.

Autores: Francisco M. Justo y Miguel Pérez García. Dirección: Fernando Soto. Intérpretes: Beatriz Argüello, Ana Fernández, Víctor Massán y Oriol Tarrasón.

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