Ik...eh ik (Yo… ¡eh! yo)

Celebremos la llegada a Madrid de una de las compañías más interesantes y heterodoxas de Europa, Het Houten Huis, creadores neerlandeses que practican un teatro visual, musical y poético inclasificable. Este espectáculo que traen, con su título tan raro, es una recreación onírica de un mundo que habita el protagonista o que está dentro del propio protagonista. La propia escenografía, que gira sobre sí misma, amplía esta sensación de no saber muy bien dónde estamos, porque hay leyes y límites de la realidad que se trastocan visiblemente. Lo que antes era suelo ahora es pared, lo que antes era pared ahora es techo, lo que flotaba pesa y lo que pesaba flota. Las cosas aparecen y desaparecen y de pronto un pez cruza la escena. Un ejercicio técnico tan impresionante que no se nos cierra la boca durante la hora que dura. Todo funciona con tal precisión que parece imposible. Y mientras, no dejas de sentir la belleza y el humor, lo lúdico y lo filosófico de un mundo, el de verdad, que está lejos de ser perfecto. Este espectáculo nos ayuda a amar la vida, aunque no sea perfecta.