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La Estupidez

  • Teatro
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
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Time Out dice

4 de 5 estrellas

Autor: Rafael Spregelburd. Director: Fernando Soto. Intérpretes: Fran Perea, Toni Acosta, Ainhoa Santamaría, Javi Coll y Javier Márquez.

La obra protagonizada por Fran Perea y Toni Acosta vuelve para hacer tres únicas funciones en Madrid. Con estas funciones quieren además contribuir a financiar la película documental 'Desmontando La Estupidez' que va a dirigir Tristán Rosa. 

Imagina reunir en un grupo a 5 virtuosos músicos que, además de tocar cada uno su instrumento como los ángeles, son capaces de tocar igual de bien cualquier otro. ‘La estupidez’ es un portentoso ejercicio dramatúrgico, una partitura precisa que discurre en dos planos; liviano y vodevilesco por arriba; profundo y complejo como una ecuación matemática por debajo. Pero sobre todo este montaje es un prodigioso ejercicio interpretativo. Tres actores y dos actrices, 5 virtuosos para 25 personajes. A veces parece que hacen magia directamente. Vale, es una obra que dura 3 horas, pero como dijo Rodrigo García refiriéndose al cine de Tarkovsky, “hay esperanza en las obras radicales y hay que seguir hasta el final”.

No os asustéis. La función tiene tal ritmo, las situaciones se llegan a disparatar de tal forma a veces, que el aburrimiento queda lejos como opción. Al contrario, hay que aplaudir a un director como Fernando Soto, que tenía ante sí todo un reto que supera con nota. Todo fluye y confluye, todo se va armando como un puzle con inequívoco sabor americano, donde se intuye una doblez quijotesca. Si Cervantes homenajeaba a los libros de caballerías con su anticaballero manchego, Spregelburd parece reunir todos los relatos que, desde el cine o los cuentos de Carver, nos han dibujado los Estados Unidos en el inconsciente, con sus historias de triunfos y fracasos, de persecuciones de sueños y desgracias anónimas.

Y sobrevolándolo todo, está esa estupidez humana. ¿Cuántas cosas estúpidas somos capaces de hacer por dinero? ¿Cómo perdemos nuestra esencia personal cuando se atisba una posibilidad de riqueza? Tropezamos una y otra vez con la misma piedra. En su estructura matemática de círculos concéntricos o de historias que orbitan unas a las otras, azotadas por la fuerza centrífuga, concentrándose o dispersándose como la materia, la obra no propone un cierre claro, o lo deja a nuestra imaginación.

Sea como sea, vivir ‘La estupidez’ es una experiencia intensa y gratificante y, al final, uno se levanta a aplaudir con ganas porque lo que hacen en escena Toni Acosta, Fran Perea, Javi Coll, Javier Márquez y, sobre todo, Ainhoa Santamaría, merece todo el reconocimiento del mundo. Siendo quienes son, sobre todo los dos primeros, podían entregarse a lo fácil, pero han optado por complicarse la vida. Se agradece, porque en su doble o nada ganamos todos.

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