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Mi película italiana

  • Teatro
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Mi película italiana
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Time Out dice

4 de 5 estrellas

Cada uno cuenta su pelicula según le ha ido, y para Rocío Bello su vida tiene tono neorrealista italiano, con toques de humor absurdo y de poesía dramática. Esa autoficción (género en el que parece que se está especializando la sala pequeña del Español) es la base de 'Mi película italiana', un espectáculo en el que la realidad está presente, pero no sabemos hasta cuándo, o hasta dónde. Lo que sí está clara es esa mirada, lo auténticamente genuino de la función.

Tres generaciones de mujeres de la misma familia se reúnen alrededor del féretro del abuelo. A partir de ahí, con sucesivos saltos al futuro y al pasado con este hito temporal como referencia, vamos conociendo las singularidades de cada uno de los personajes y sus dramas íntimos (o no tan íntimos). Jamás hay un gran conflicto entre los personajes, ni siquiera cuando discuten por la herencia: las tragedias se suceden con esa pátina de cotidianidad terrenal, indiferente al melodrama, propia de la vida real.

El elenco está equilibrado y hacen un gran trabajo de conjunto, aunque es de justicia destacar a Mona Martínez y su espectacular composición de Sofía, hiperrealista cuando es necesario, sublime cuando entra en lo teatral. La energía de Teresa Lozano, su desparpajo y su lozanía son ejemplares: recomendable para cualquier estudiante de interpretación que se sienta cansado después de unas horas de ensayo... Las demás, preciosas, forman parte de nuestra memoria colectiva con las formas de mi abuela y de la tuya.

Dice el director, Salva Bolta, en el programa de mano, que 'Mi película italiana' no es una obra de tesis, y que eso le permite adentrarse en el ser humano. Tiene razón. Hay algo sincero y común en el texto, que va más allá de la anécdota personal de la autora, y que nos recuerda a nuestra familia. Porque en todos sitios cuecen habas. Recomendado para los que tengan ganas de melancolía.

Escrito por
Pilar G. Almansa

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