Pieza de danza y concierto fluxus para mesa de ping-pong. Así definen su obra los dos colectivos implicados en ella, El temblor, o sea, Victoria Aime, y Quemar las naves, o sea, Carlos Pulpón. Probablemente son dos de los artistas escénicos jóvenes más interesantes del panorama actual, ingeniosos y rompedores. Todo surgió en unas residencias artísticas que compartieron en un castillo, donde jugaban al ping-pong en su tiempo libre. Ahora han formado un dueto, Las Wenceslaas, que rezan a Artaud como verdaderas performers del teatro pobre. Bebiendo de la tradición del arte de calle, del dadaísmo, de la performance y del cine abstracto, este ping-pong show es tan literal y simboliza tan poco como Roland Barthes decía del propio juego de mesa en 1957.
Time Out dice
Detalles
- Dirección
Discover Time Out original video