Dramaturgia: Alberto Amarilla, Sergio Rubio y Mabel del Pozo. Directores: Alberto Amarilla y Mabel del Pozo. Intérprete: Alberto Amarilla.
'Re cordis' nos propone un viaje de la mente al corazón a través de un hombre que no sabe quién es ni dónde está. Pasando a través de diferentes personajes, Alberto Amarilla intenta transmitirnos la confusión de la desconexión de uno mismo, con desigual resultado a través del espectáculo, dentro del cual lo único incuestionable es su magnífica calidad como actor.
Porque este viaje está enmarañado, no se sabe bien si aposta o en un intento de sutileza que no acaba de funcionar. El desconcierto del espectador que asiste sin ningún tipo de información previa es grande hasta que, bien avanzado el texto, se sientan las bases de la historia. Más que giros o momentos clave, en los que se nos revela información esencial, hemos de ir deduciendo un puzle narrativo, no sin cierto esfuerzo. Si este era el objetivo, está conseguido, aunque no creo que sea un acierto. Por otro lado, hay tiempos que están dilatados, que se parecen más al trabajo del actor en proceso que al de un montaje terminado. Amarilla viaja, no obstante, con fluidez entre todas sus propuestas de personaje, con una solvencia y precisión poco comunes. Tragedia, comedia, 'commedia dell'arte'... Todo parece dominarlo. Una lástima que la iluminación abuse de la candileja y el claroscuro, incidiendo en una atmósfera melodramática en momentos donde debe reinar la risa, que el trabajo con el teatro de sombras no se sostenga con la misma solidez que la interpretación, o que la composición escénica obvie en incontables ocasiones al único y respetable elemento con el que han querido contar: una silla.
Como ejercicio de estudio, no obstante, 'Re cordis' es una propuesta que se deja querer y en la que el descubrimiento del talento de Alberto Amarilla deja un buen sabor de boca. Quien vaya nunca volverá a ver 'Fuga de cerebros' de la misma manera.