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Sergio Peris-Mencheta
©Sergio Parra

Sergio Peris-Mencheta: “Los políticos son unos monigotes mientras mandan los mercados”

A bordo de su compañía Barco Pirata, el actor y director estrena una versión musical de la ‘Lehman trilogy’, en la que recorre la historia del capitalismo

Escrito por
Álvaro Vicente
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Sus titubeos con Hollywood le han introducido en la cultura norteamericana y por eso ahora se fija en la 'Lehman trilogy', del italiano Stefano Massini, un retrato del ascenso y caída de la familia Lehman. Pero, como su osadía escénica no tiene límites, ha convertido una obra por la que desfilan 130 personajes en un musical ejecutado por 6 actores-músicos. Es un valiente.

Un musical de tres horas sobre la historia del capitalismo contada a través de la familia Lehman. Además de dirigir, produces. A ti te va la marcha…
He llegado a un punto en el que si no produzco o coproduzco, no hago teatro, porque meterme yo y meter a mi compañía, Barco Pirata, me da un plus de implicación. Y sí, nuestra versión de 'Lehman trilogy' dura tres horas, con dos descansos, pero la original son casi cinco horas. Mi socia me fue bajando a tierra y me dijo que una obra de cinco horas no nos la programa nadie. Bueno, si fuéramos dos extranjeros sí nos la programarían, pero como somos de aquí…

¿Por qué lo de 'Trilogy' en el título?
Porque se cuenta en tres tiempos. Es la historia de los Lehman Brothers desde que el primer Lehman desembarca en Estados Unidos en 1844 con una maleta procedente de Baviera, hasta 2008, cuando quiebra la empresa y provoca la crisis financiera mundial. Son 160 años que nos sirven para echar un vistazo a la historia del capitalismo moderno, de lo que hoy estamos sufriendo. La historia de esta familia es la historia del siglo XX, porque ellos están en la creación de Hollywood, en los 'blue jeans', en empresas de alquiler de coches, en los ordenadores personales, pasando por las armas durante las guerras mundiales. No son creadores de nada, pero lo financian todo. Y siguiendo su historia vemos cómo el ser humano se va desconectando de las raíces a través del poder y del dinero.

¿Cuándo decidiste que iba a ser un musical?
Cuando vi la obra en Barcelona, en el Festival Grec de hace tres veranos. La gente que me conocía se extrañó mucho: ¿Tú, un musical? A mí siempre me ha gustado meter música en directo en mis obras, pero de ahí a hacer un musical va un trecho. Cuando vi la función, me pareció una historia fantástica para contar a través de la música y para contar la historia de la música también, no solo por el paso del tiempo y la evolución a lo largo de 160 años, sino porque los Lehman eran judíos y en la música americana de raíz hay mucho de la música yidis. El maestro del teatro musical por excelencia, Stephen Sondheim, es judío.

Tuviste que elegir actores que además fueran músicos.
Sí, porque parte de la música la han compuesto ellos, o sea, componen, tocan, cantan, bailan y actúan. Hay 133 personajes en total y los hacen todos entre seis tíos. Es todo un alarde. Víctor Clavijo ha tenido que aprender a tocar el violín, y no veas cómo toca.

La obra responde al cómo hemos llegado hasta aquí referido al 2008. Desde entonces hasta ahora, ¿qué? Parecía que algo iba a cambiar...
Esto es lo más maravilloso. En un ensayo lo hablábamos, esto que estamos diciendo no es solo válido para 2008, para 2011 o para 2015, es que es válido para 2025, lo estamos viendo. Lo que se ponen son las bases a esta cosa del poder de los mercados, que son los que mandan, los que siguen mandando, lo demás son monigotes y los llaman políticos para poder manejarlos, pero los que mueven los hilos son los mercados, los intereses, el dinero.

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