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Si te mola el rollo mediterráneo y con un toque rústico en casa, no hace falta que te gastes más yendo a grandes firmas. Ni menos, comprando en cualquier chino de turno. Que para eso están los artesanos. En Madrid sigue en pie este negocio dedicado a la cestería y al mimbre desde 1956. Y todavía hoy, con la experiencia de más de 50 años y tres generaciones a sus espaldas, siguen a tope con sus muebles de mimbre, caña, junco, médula, resina y teca con los dos ojos puestos en el siglo XXI. Espejos de mimbre, cabezas de ganado de esparto, bancos corridos de enea... protagonistas de revistas internacionales de decoración, y de casas de madrileños con alma mediterránea.