No estamos en la campiña inglesa, pero la calle Antonio López, la última de Carabanchel antes de llegar a la orilla de la avenida del Manzanares, esconde un coqueto local que bien parece sacado de un paisaje escocés. Será porque fue allí, durante un viaje, cuando Ana y Luis pensaron en abrir un obrador de repostería artesanal con espacio de tienda gourmet y productos delicatessen tan viajeros como ellos. ¿Y el nombre? Pura inspiración: cardo, por ser la flor oficial de Escocia, y Olivo por ser el árbol mas importante de Jaén, de donde es Ana.