William Klein (Nueva York, 1928) es una de las figuras clave de la fotografía universal del siglo XX. Su espíritu abierto, transgresor y su naturaleza artística, ajena a las reglas y la tradición, lo convirtieron en uno de los principales renovadores de la fotografía de su tiempo. Grandes formatos, encuadres arriesgados, el grano marcado de la fotografía, el sentido arquitectónico y una visión humana de gran impacto son, posiblemente, algunos de los rasgos característicos fundamentales de su obra. La Fundación Cataluña la Pedrera, asesorada por la comisaria de la muestra, Raphaëlle Stopin, y por el mismo artista, acoge alrededor de 200 obras del fotógrafo americano para adentrarse en su mundo artístico a través de esta primera exposición retrospectiva que se celebra en Barcelona, prorrogada tras la crisis sanitaria.
La muestra hace hincapié en el carácter polifacético de su obra, que no se centra sólo en su faceta de fotógrafo sino que también saca a la luz otras caras de un mismo poliedro, como sus incursiones en el mundo de la fotografía de moda, en el de la publicidad, en la cinematografía e incluso –tanto cuando pinta al óleo como cuando interviene directamente las hojas de contacto– en el campo de la pintura, representado de manera testimonial pero fundamental para entender una mirada que tanto influyó en algunos de nuestros fotógrafos más importantes como, por ejemplo, Xavier Miserachs. Klein es uno de los grandes nombres de la fotografía reciente y es un privilegio tenerlo a él y a su obra en nuestra ciudad.