L’Auditori para todas las edades: todos los conciertos familiares que no hay que perderse

L'Auditori lleva años apostando por una programación anual con intención tanto lúdica como formativa, y que está dirigida expresamente a niños en edad escolar. La idea es tan sencilla como necesaria: muchas veces pensamos que la música clásica es algo complejo, a la que sólo se puede acceder plenamente tras muchos años de formación, estudio y depuración del gusto, y la verdad es que sería todo lo contrario: la música clásica tiene unos fundamentos sencillos, un gusto por la melodía y, muchas veces, también por el juego, que si la seleccionamos y mostramos correctamente, gusta con toda seguridad al público de todas las edades y de todas las formaciones, tanto las más básicas como las más avanzadas. Por eso, los Conciertos Familiares de L'Auditori trabajan en esta dirección: proponen un programa anual de actividades y conciertos, pensados ​​para toda la familia –con descuentos especiales si venís muchos de golpe–, con mucha diversión, y con una idea de partida: la música clásica puede ser divertida, y si la empezamos a comprender y disfrutar cuando somos pequeños, menos nos costará después acceder a niveles más complejos.

Este afán formativo ya ha empezado a desarrollarse esta temporada, con propuestas como Banda ampla, 'Out of the [Cage]' o 'Ma, me, mi... ¡Mozart!', y ahora es el turno de los Conciertos Familiares que, desde comienzos de año hasta el final de curso, en el mes de junio, podréis disfrutar en L'Auditori. A continuación os explicamos cuáles son, cuál es su idea principal, y cuándo se harán. Y no es necesario sufrir por el precio: esta temporada, L'Auditori propone descuentos de hasta el 40% en las entradas, hasta un máximo de cuatro personas por familia. Si compráis un abono para tres espectáculos, por ejemplo, cada entrada sale a 7 euros, y si el abono lo compráis para cinco conciertos, el precio se reduce hasta los 6,5 euros. Este descuento, cabe decirlo, no incluye los talleres. Dicho esto, pasamos a la parte divertida, porque la música clásica, como se ha demostrado, vuelve loca a los niños.