Can Codina

Esta esquina es un clásico de Gràcia: ¡Can Codina abrió en 1931! Después de 83 años de reuniones clandestinas de la FAI, resistencia antifranquista y farándula -el Pescaílla nació allí al lado-, el señor Antonio Codina pasó el relevo a una nueva generación.

Eduardo, que lleva el bar del Teatre Lliure y antes el Puku Café, le ofreció hacerse cargo manteniendo la esencia del local. El señor Antonio quería a alguien del barrio, que lo quisiera y no lo transformara en un Mesón del Jamón cualquiera. Eduardo, como tantos otros chavales, iba a desayunar a Can Codina a la hora del recreo del instituto y enseguida se entendió con el señor Antonio. Así que, sin cambiar la estructura ni el alma del local, lo han puesto un poco al día y ahora da gusto ir.

Espacioso y cálido, las mesitas de mármol no han tardado en llenarse de tapas tradicionales -patatas bravas, ensaladilla rusa, boquerones-, pero también ofrecen más elaboradas como las vieiras con crema de curry, costilla caramelizada de cerdo de granja de Solsona, escalibada con queso al horno, croquetas de sepia con tinta... Para beber se han especializado en cervezas artesanales: tienen un montón, ¡dejaros aconsejar!