¿Os asustan los precios de las cervecerías de moda de l'Eixample però os gusta la birra? Suertudos. La Gorda Beer Factory pasa de pomposidades y ofrece una selección de siete cervezas de tirador de lo más recomendables. Algunas las hacen al final del pasillo: detrás de la puerta, donde pone 'Sólo personal' se esconde una pequeña fábrica de producción de 'Ipas', 'ales' y lo que haga falta. No es el típico pub moderno.
Más bien recuerda una taberna de toda la vida, con tablas de madera maciza y sillas donde puedes apoyar la espalda, colgar la chaqueta y la bolsa (un lujo que los bares modernos a menudo no respetan).
Te permite salir de las cervezas industriales que ofrecen la mayoría de bares de barrio. Además, para acompañar, te llevas un pincho que supera con diferencia el mix de frutos secos o las aceitunas que, de tristes, han perdido el relleno. El local está decorado como la habitación de un adolescente, pero en vez de pósters y fotografías con los amigos hay posavasos de birras de todo. Un camarero simpático que acompaña tu elección, buena música que no dificulta el diálogo y un espacio que no está a reventar es todo lo que hace de La Gorda Beer Factory un buen lugar para ir a tomar un trago entre semana.