10 bares con encanto de Girona

Un rincón acogedor en la orilla del río Onyar. La Terra es un local de ambiente distendido y público joven. Podréis encontrar desde una amplia carta de tés y cafés hasta batidos y bocadillos calientes con pan ecológico, para chuparse los dedos. Recomendamos los postres caseros, y avisamos que a la hora de pagar no aceptan tarjeta. Lo mejor de todo es sentarse a jugar una partida de parchís o de ajedrez mientras disfrutáis de buena compañía con grandes vistas al río Onyar y el Puente de la Princesa.

En medio del casco antiguo y con una terraza de lujo, El Doll es una taberna para los amantes de la cerveza, no sólo porque podéis probar allí la Moska negra, la cerveza genuina de Girona, sino por su original sistema. Cada mesa tiene un tirador para serviros la cerveza vosotros mismos. Como curiosidad, una pantalla anuncia el ranking de los 'dolleros' del mes. Los tiradores funcionan con una tarjeta pero, si no os convence, podéis solicitar la carta de cervezas. No os vayáis sin probar alguna de las tapas.

De ambiente cosmopolita y sofás comodísimos, el River es un homenaje a Bruce Springsteen donde también aquí está presente The Boss. Ya sea a primera hora de la mañana con un café cargado, con un buen menú a mediodía o tomando unas copas disfrutando de buena música, siempre es un buen momento para acercarse. También podéis quedaros en la terraza que da al famoso culo de leona, como hizo hace pocos meses el creador de Facebook, Mark Zuckerberg. Y si os apetece un buen helado o granizado, justo al lado encontraréis La Lletera.

El Sunset es el mejor lugar de la ciudad para escuchar jazz. Las luces bajas, las tapicerías rojas y los rincones escondidos crean una atmósfera romántica donde todos los sentidos se concentran en el oído. Si deseáis una velada inolvidable no os lo penséis ni dos segundos: la carta de cócteles y los conciertos en vivo son garantía de éxito. La entrada es libre con excepción de los días de conciertos, con precios que van de los 3 a los 8 euros.

Las mejores tisanas se hacen en Girona. Y si alguna vez cambiaran de nombre, las bautizarían como 'Siddharta'. Este local animado se encuentra un poco más lejos que el resto, pero vale la pena acercarse. Entrar aquí es como adentrarse en el interior de una montaña por los diferentes niveles de este rocoso espacio. Recomendamos pedir una jarra (para cuatro personas) y ensimismarse viendo cómo cortan y exprimen la fruta. La tisana verde, la amarilla y la roja son las estrellas, pero también podéis pedir un buen cóctel de frutas.

Un lugar camaleónico como pocos en la ciudad. Si por la tarde hay gente tomándose un café, una copa de vino o un cóctel, por la noche se convierte en un pub perfecto para hacer la primera parada de la noche. Nota para los nostálgicos: la música de los 80 y 90 suele ser la protagonista, pero el miércoles y jueves la rumba catalana toma el relevo con conciertos en directo.

Los menús degustación y las tapas de autor y clásicas para disfrutar en pareja o amigos son la estrella de este gastrobar junto al río Onyar, próximo a la Devesa. Los platos están cuidados al milímetro, con un diseño innovador y unos sabores nuevos y originales. Recomendamos el menú de tapas, con 6 entrantes, un segundo y un postre con bebida.

De la Llibreria Cafè Context dicen que es el bombón del Barri Vell, el antiguo barrio chino de Girona y actual sector del Pou Rodó. Las charlas literarias, pequeños conciertos y las presentaciones de libros están a la orden del día en este establecimiento regentado por Frederic Streich y Natàlia Quesada. Si os gusta tomar el café o comer rodeados de libros o en una mesa soleada de la tranquila y recogida plaza, este es vuestro lugar.

Buenos cócteles y mejores copas, los conciertos en directo son el punto fuerte de La Impremta de Girona, con un buen abanico de grupos de todos los estilos que pasan, todas las semanas, por el escenario, y eso si no hay alguna clase en directo o fiesta temática organizada. La Impremta destaca por acoger los ritmos más animados y como cada semana varían los grupos destacaremos los domingos, cuando se pueden disfrutar de jam sessions.

Es una cafetería, un bar, una galería de arte y un espacio para pequeños conciertos. El Cercle tiene una ubicación privilegiada al lado del Ayuntamiento y dispone de una ambientación cálida en un edificio que combina la piedra con las paredes de diferentes colores y cuadros de artistas. Los visitantes se enamoran de este local especial por sus rincones, las tapas, los partidos de fútbol y un ambiente amenizado (si no hay música en directo) donde tanto puede sonar rumba, rock, folk o pop.