Una de las más grandes y más singulares voces del canto jondo. ¿Qué clase de hechizo nos hace sentir la intensidad y el influjo de Inés Bacán incluso antes de oírla cantar? Es su manera de aparecer en escena, majestuosa y carnosa, con esta primera mirada que dirige al público, como para sellar un pacto, el de hacer juntos la travesía hacia otro tiempo, el tiempo del alma. Con ella, cantaora y público se funden en una misma partitura.
Comparte cartel con el espectáculo de Mónica Valenciano impregnaciones en la Srta. Nieve y Guitarra, un trabajo en solitario que a medida que avanza va dejando de serlo, sembrándose, de alguna manera, desde ritmos, cifras de la disolución y despojos en un paisaje del que todos pasamos a formar parte. Sucede a través de la escritura del cuerpo, la formulación de su gramática en curso, estar en la capacidad de habitar cualquier espacio.