Running: un fenómeno más allá del deporte

Ahora hacemos running y nos vestimos con mallas y camisetas de colores fluorescentes. E incluso las marcas nos dan la oportunidad de comprar ropa reflectante para correr con más seguridad cuando haya poca luz. ¡Gracias! Si nos miramos la muñeca, veremos que hemos abandonado el Flik Flak y el Swatch para decir hola al Suunto Ambit3 y controlar nuestro rendimiento de carrera o el estado de recuperación del sueño. ¡Ah! y nada de whatsapp, gmail o mandangas, la app más importante de nuestro móvil es Strava, Runtastic o derivadas... ¡Tenemos que llevar un control exhaustivo de nuestros resultados!

Si nosotros corremos, las marcas también suman kilómetros y ¡aún más rápido! A las especialistas del sector como Adidas, Nike, Salomon o Asics, se les suman marcas generalistas que a priori parecía que no tenían nada de deportivo. Desde hace unos años, sin embargo, le hacen un guiño al running. Mango y Desigual lanzaron en 2013 sus primeras líneas deportivas, Pull & Bear también tiene ropa gymwear desde 2015, al igual que Zara Kids con su 'Sporty Girls' y H&M vestirá al equipo olímpico sueco que participará en los Juegos de Río de 2016. Una de las primeras en apostar por el running, fue Oysho. Nacida como firma de lencería y ropa de casa, en 2011 ya presentaba una línea de deporte y ahora patrocina la 'Carrera de la Mujer' y organiza continuos saraos deportivos como el Free Yoga by Oysho. "Han visto una oportunidad única de sacar provecho de este boom. Dieron el salto y comenzaron con líneas dirigidas a mujeres porque era un público con el que ya tenían vínculo y que, por el contrario, no estaba siendo considerado por las brands deportivas tradicionales. La estrategia desde el inicio fue clara: llegar a gente que no quisiera invertir tanto en apparel deportivo, a no deportistas o noveles y moverlas a activarse ", analiza Oscar Pérez, fundador de INsports Managers y creador de la primera revista formal de marketing deportivo en México.

La consultora NDP Group estima que, en 2014, la industria del running –incluye calzado, equipamiento deportivo y acontecimientos– facturó unos 300 millones de euros en España. ¡Con estos números, como para no apuntarse! Y aún hay más. Según datos del Instituto Choisel, las actividades deportivas tienen una contribución al PIB Nacional superior al 2,5% y la industria deportiva se convirtió en 2014 en la cuarta que más trabajo genera en España. Además, la cifra de ventas de calzado deportivo se duplicó entre el 2009 y el 2013, pasando de 1,2 millones a 2,4 millones de pares. Por otra parte, este 2015 se ha hecho un nuevo estudio de hábitos deportivos en el Estado del que aún se desconocen los resultados pero en el último hecho en 2010, el running se situaba como la cuarta actividad deportiva por detrás sólo de natación, ciclismo y fútbol. ¡Virgen santa!

"Patrocinar deporte a nivel amateur como el running es una estrategia muy acertada para vincular tu marca a una serie de valores. Transmites mensajes relacionados con el esfuerzo, el logro de metas a pesar de las circunstancias o una vida saludable y activa", explica Pérez. Y es que, para él, el deporte tiene un efecto más beneficioso si lo asociamos a actividades populares. La marca se acerca a un público masivo a través de la experiencia misma de la carrera y demuestra que no sólo apuesta por la élite. El boom, nos dice Pérez, se produjo hace unos 5 años y durante este tiempo hemos visto crecer como setas el número de pruebas y eventos para todos los niveles. ¡Incluso las caminatas son consideradas 'running'!

Si consultamos un calendario de carreras de Barcelona y las contamos nos salen que se celebran cerca de 100 en nuestra ciudad. Teniendo en cuenta que cada año tenemos unos 48 fines de semana, eso explica que algunas coincidan en fecha y que los domingos hayan dejado de tener la exclusiva de día runner. Ahora, hay un puñado de carreras nocturnas o algunas que se celebran en sábado. Además, según un estudio de Miquel Pucurull, en Catalunya son más de 1.500 carreras las que reúnen a corredores cada fin de semana. Entre 2010 y 2013 se pasó de 74,891 a 112,829 corredores en las 72 carreras de ruta más importantes pero en 2014 el número bajó hasta los 98 871 participantes, según el mismo Pucurull. Sin embargo, los clásicos nunca mueren y, por ejemplo, la última edición de la Carrera de la Mercè volvió a batir su récord absoluto de participación con 14.300 inscritos. ¡Una barbaridad, vaya!

Con esta cierta saturación de pruebas, si hay un mercado que todavía parece que puede seguir siendo explotado es el femenino. Mientras la participación masculina en carreras se estabiliza, la femenina creció un 91% entre 2010 y 2013 según datos de Pucurull. Si nos fijamos en una de las carreras más jóvenes de Barcelona, ​​la Unirun, vemos que un 46% -! - de los participantes de su primera edición celebrada en 2015 fueron mujeres. Además, si hace unos años las camisetas técnicas de las carreras eran por sistema de hombre ahora pruebas como la Jean Bouin, la Salomon Run Barcelona, ​​el We Run Barcelona o la eDreams Mitja Marató de Barcelona tienen modelos para ambos sexos. Además, hay carreras con la mujer como única protagonista como la ‘Carrera de la Mujer’ que el 2014 convocó a 25.000 mujeres y este año a 27.000, agotando inscripciones.

Sí, literatos, vosotros tampoco os habéis salvado. La fiebre también ha llegado a las estanterías y a las páginas de los libros. Novelas como 'Correr o Morir' y 'La Frontera invisible', firmadas por Kilian Jornet, han vendido más de 100.000 ejemplares entre ediciones en papel y digital y han sido traducidos a más de 15 lenguas. Precisamente, 'Córrer o morir' estuvo entre los más vendidos del Sant Jordi 2011. Y en el último 23 de abril, el de 2015, uno de los más comprados en no ficción fue el 'Correr para pensar y sentir' del filósofo Francesc Torralba. Pero si incluso el melancólico Haruki Murakami es un runner convencido y nos regaló su 'De qué hablo cuando hablo de correr'.

Ha nacido un monstruo. El running reúne a decenas de instarunners, influencers, posturetas y especies similares. Llamarles como queráis. Los reconoceréis por su adicción a compartir en las redes sociales sus salidas pero, sobre todo, sus outfits runners. "El uso de estos influencers ha ayudado a las marcas a acercarse al corredor popular. Nos identificamos fácilmente con unas personas que podrían ser nuestro vecino o amigo, mucho más que con estrellas como Cristiano Ronaldo o Leo Messi", expone Pérez. Así, las marcas también se acercan a estos influencers para aumentar su reputación.

Señores, eDreams, agencia europea de viajes online, patrocina la Mitja Marató de Barcelona; Zurich, compañía de seguros apuesta por la Marató; Oysho y Leche Asturiana se vinculan a la Carrera de la Mujer y Lufthansa regala vuelos a cambio de kilómetros sumados. Y una más que nos gusta, Airbnb se une a la Maratón de Nueva York. Cada vez son más los que hacen turismo runner y al ritmo del lema "Ready. Set. Host ", a través de su portal, los corredores internacionales pueden encontrar una habitación donde dormir cerca del recorrido de la prueba y beneficios adicionales. “Me encanta porque actúan de forma práctica y no intrusiva", puntualiza Pérez. Vaya que si también os habéis enganchado y sólo pensáis en mover las piernas, no sufráis, ¡no estáis solos!