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El Ayuntamiento de Barcelona se está planteando inmortalizar a uno de los dúos más épicos de la historia musical olímpica: Montserrat Caballé y Freddie Mercury. La propuesta de erigir una estatua en homenaje a los artistas que dieron vida a Barcelona, el himno no oficial de los Juegos Olímpicos de 1992, ha subido al escenario de la Comisión de Derechos Sociales, Cultura y Deportes gracias a un ruego del Partido Popular.
¿Y dónde podría sonar este homenaje? Pues nada más y nada menos que en la Fuente Mágica de Montjuïc —sí, ese lugar donde el agua baila al ritmo de la música—, un escenario perfecto para recordar ese dúo que aún hoy pone la piel de gallina. El Ayuntamiento ha aceptado estudiar la propuesta, aunque Xavier Marcé, vicepresidente del Institut de Cultura de Barcelona, ha echado un poco el freno recordando que el Consejo Asesor de Arte Urbano es quien debe dar el visto bueno. También ha señalado que habrá que valorar si “tiene sentido”, “cómo se financia” y, en resumen, si la idea es tan mágica como la fuente donde se quiere instalar.
Por si esta opción no sigue adelante, siempre nos quedará el mirador de Glòries, que ya está en camino para rendir homenaje a la soprano y al rey del rock. De momento, la estatua no está asegurada, pero la leyenda de su dúo sigue viva… y quizá algún día también en bronce.