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La saturación de algunas aceras de la ciudad podría mejorar a partir de enero de 2019 cuando el Ayuntamiento levante la moratoria que hasta ahora permitía a los ciclistas circular por el espacio reservado a los peatones. Los ciclistas, por lo tanto, tendrán prohibido circular en aceras de menos de cinco metros y, si lo hacen, podrán enfrentarse a sanciones que pueden oscilar entre los 100 y los 600 euros. Habrá excepciones, como la de menores acompañados, que sí tendrán permitido circular.
La acción se encuadra en el programa de movilidad del Ayuntamiento, que en los últimos años ha trabajado para aumentar la red local de carriles bici, así como otras mejoras en la seguridad. De esta forma, el 90% de la población tiene un carril bici a menos de 300 metros de distancia de la casa o el trabajo, según afirman desde el consistorio.
La concejala de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, explicó que, teniendo presente la mejora en los carriles bici, ya no tiene sentido circular por los arcenes: "Las aceras deben ser prioritariamente para los peatones", añadió Sans.
Entre otros datos, Sanz ha añadido que Barcelona cuenta ya con 200 kilómetros de carril bici, lo que ha facilitado la movilidad de un 15% más de barceloneses que han decidido desplazarse habitualmente en bicicleta. El Ayuntamiento prevé, además, la implementación de 13 nuevos carriles bici en los próximos meses.