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La llegada del buen tiempo y del calor coincide con una mayor actividad y presencia de plagas, hasta el punto de que el 75% de las incidencias que se comunican se sitúan en este período. Por ello, la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB) mantiene actualmente 2.400 puntos de vigilancia para limitar las poblaciones de roedores en la ciudad, de los que 2.200 se encuentran ubicados en la red pública de alcantarillado y 200 en espacios en superficie. Aparte de los puntos de vigilancia, también hay 1.500 puntos de control activos, que son los que se establecen a partir de la comunicación de una incidencia por parte de la ciudadanía y se realiza el seguimiento hasta que se resuelven.
El Servicio de Vigilancia y Control de Plagas Urbanas (SVIPLA) de la ASPB cuenta con 47 personas trabajando sobre el terreno por primera vez, un incremento del 51% frente a las 31 personas que había el año pasado en el período de máxima actividad, entre mayo y octubre. El presupuesto de este año para mantener los puntos de vigilancia y control cuenta con un presupuesto de 2,92 millones de euros, lo que supone un incremento del 44% respecto al año pasado. La ampliación presupuestaria y de personal y el mantenimiento de los puntos de vigilancia se enmarca dentro del Pla Cuidem Barcelona.
El incremento de las incidencias no está asociado necesariamente a un incremento de las poblaciones de estos roedores, sino que pueden influir en otros aspectos como son la percepción ciudadana, la sensibilización creciente sobre el tema o una mejora de las herramientas de comunicación que las hagan más rápidas y fáciles. De hecho, actualmente en la ciudad de Barcelona se puede comunicar de forma sencilla la presencia de ratas y ratones en el espacio público ya sea de forma telefónica y gratuita en el teléfono 010, de forma presencial en las Oficinas de Atención Ciudadana (OAC) o bien virtualmente a partir de los servicios de actuación online o la aplicación Barcelona en el bolsillo.