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El metro de Barcelona ha aprovechado el verano para realizar renovaciones en algunos de sus recorridos, como es el caso de la L4. Tras dos meses en obras, la línea amarilla por fin ha recuperado la normalidad en el tramo central y vuelve a ofrecer el servicio habitual en las siete paradas afectadas. La última línea en anunciar cambios ha sido la L5, aunque no será necesario interrumpir el servicio habitual, que seguirá funcionando con normalidad. Algunas de las novedades en la línea azul empezarán a instalarse a principios de este mes de septiembre.
Nuevas pantallas LED
La mejora principal será la sustitución de los paneles de los andenes que anuncian la llegada del próximo metro por nuevas pantallas LED. Este cambio hará que, además de informar de los tiempos de espera, se puedan proyectar también otras informaciones, campañas corporativas y recomendaciones, entre otros mensajes. Se prevé que la actualización finalice a finales del 2024, aunque las estaciones de Can Boixeres y Cornellà ya acogen algunas de las nuevas pantallas.
Aumento de la frecuencia de metros
Debido a la demanda en ciertos momentos del día, la oferta de trenes en hora punta por las mañanas se incrementará con un metro más. Esta mejora hará que los tiempos de espera se reduzcan a partir de principios de este mes de septiembre, aunque todavía no existe una fecha oficial. Pese a la iniciativa, el nuevo tren solo funcionará en medio tramo de la línea, lo que significa que estará operativo durante unos 45 minutos.
Nuevos quioscos de T-Mobilitat
La creciente demanda de la T-Mobilitat ha provocado que se tengan que instalar más quioscos en varias líneas del Metro de Barcelona. La L5 tendrá el primero de toda la línea, concretamente en la estación de la Sagrera, que se suma a las otras dos únicas líneas con quiosco de T-Mobilitat; la L1 y la L3.