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En Sant Jordi las estrellas son los libros y las rosas, pero también el pan de Sant Jordi, esa delicia que llena las panaderías y las pastelerías unos pocos días al año. Si ya os habéis animado a hacer pan casero, ahora es el momento de atreverse a hornear vuestro propio pan de Sant Jordi, esa variedad que, aunque parezca que tenga cuatro días, llegó a las panaderías el 23 de abril de 1989 de la mano del maestro panadero Eduardo Crespo de la Fleca Balmes. Cogemos la receta que nos ha cedido el maestro panadero Daniel Jordà de Panes Creativos. Necesitaréis:
-30 gr de azúcar
-10 gr de sal
-300 ml de leche
-50 ml de agua
-75 gr de mantequilla
-500 gr de harina de fuerza
-15 gr de levadura
-70 gr de sobrasada
-50-70 gr de queso (si puede ser, de Mahón)
Mezclad todos los ingredientes, menos la sobrasada y el queso, y añadid al final los líquidos (que son la leche y el agua, de nada). Haced el amasado básico –o autólisis– que no es otra cosa que mezclar los ingredientes poco a poco y dejarlo reposar todo una media horita.
Dividid la masa resultante en tres partes iguales: en una parte añadid la sobrasada, en la otra el queso y en la tercera no pongáis nada. Amasadlas con el nuevo ingrediente y cortadlas en piezas de 100 gramos cada una (también la masa blanca). Dejadlas reposar hasta que doblen su volumen, y con un rodillo las convertís en planchas.
Ahora viene la parte divertida: montad una plancha roja, una amarilla y la recubrís con la blanca. Hornead las piezas resultantes sobre una bandeja, a 180º durante unos 15 minutos (deberían doblar su volumen). ¡Buen provecho!