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La Fira de Santa Llúcia es el mercado de Navidad más antiguo de Barcelona. Se celebra cada año en los alrededores de la catedral y, hasta ahora, los turistas y barceloneses gozaban del espíritu navideño entre las animadas paradas de los artesanos. Este año, la pandemia del coronavirus ha dado la vuelta a los acontecimientos y aún no se sabe cuál será la situación de cara a los próximos meses. De momento, la feria sigue en pie y conmemorará la 233a edición del 27 de noviembre al 23 de diciembre con medidas de seguridad.
Según la secretaria de la Asociación de la Fira de Santa Llúcia, Montse Monet, está previsto que el calendario y los horarios del mercado sean los mismos de cada año. Desafortunadamente, debido a la situación cambiante, esta información está pendiente de la confirmación del Ayuntamiento de Barcelona. Desde la organización de la feria se ha establecido un protocolo de seguridad para que los visitantes puedan disfrutar con tranquilidad. El recinto estará vallado y se habilitarán tres entradas y tres salidas para mantener la distancia. Además, los puestos de los artesanos, que contarán con gel hidroalcohólico, estarán más separados, entre cada siete u ocho habrá uno vacío. La distancia de seguridad estará marcada en el suelo.
Hasta ahora, la feria navideña contaba con la participación de 280 puestos artesanales agrupados según los artículos vendidos: pesebres y figuras, verde y artesanía. Desgraciadamente la Covid-19 ha pasado factura y para esta próxima edición el número de estands se ha reducido a 133.
Aunque la situación actual es imprevisible y el mercado aún está pendiente de confirmación, la Asociación de la Fira de Santa Llúcia asegura que hará todo lo posible para adaptar el evento a la nueva normalidad y seguir con la tradición navideña. En cuanto a los artesanos que participarán, su voluntad es poder mantener el espíritu navideño para todos aquellos que vayan a dar un vistazo.