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Una pequeña gran buena noticia: ha vuelto a abrir el shawarma de detrás del Ayuntamiento, el Cuiner de Damasc; con poco más de un mes cerrado, el carismático Salem Kahbbaz ha dado marcha atrás y ha reanudado el negocio. Hace dos días que ha reabierto: y ya vuelven a haber aquellas inevitables colas a los diez minutos de levantar la persiana, como veis. Sin duda, es uno de los mejores de Barcelona.
Todo ello, explica el cocinero sirio, fue un malentendido: "La propiedad del edificio no quiso renovar el contrato de uno de los inquilinos. Y yo pensaba que eso me afectaba a mí. Fui a devolver las llaves, y fue entonces que me dijeron que estaban encantados de tener mi restaurante en los bajos de su edificio". De hecho, asegura satisfecho, no le han ni subido el alquiler.
Si hace un mes aseguraba que "ya había hecho su camino y hasta aquí llegaba, llega la jubilación", a sus 76 años ahora explica que la única concesión será abrir de lunes a viernes, solo en horario diurno. Salem aprovecha para puntualizar que él "no hace kebab sino shawarma: que es como se llama la receta en Oriente Medio. Kebab es un término turco". Sea como sea, yo aprovecho para pedirle cuál es el secreto de su receta: "¡Pues no tiene! Se trata de comprar carne de cordero y pavo buena, y saber asarla y especiar en su punto justo".
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