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A pocos días de la celebración del mes del Orgullo, la noticia del asesinato de Samuel Luiz a causa de los golpes de unos asaltantes al grito de 'maricón' nos hiela la sangre. Sí, se ha avanzado mucho contra la LGTBIfobia, pero todavía hay mucho camino por recorrer hasta llegar a una sociedad en la que a nadie le ofenda –de hecho, que a nadie le importe– tu identidad sexual. Porque la muerte de Samuel no fue un asesinato más, se utilizó su orientación sexual como excusa para acabar con su vida. Porque lo que te llaman mientras te matan importa, tal y como se leía en las pancartas de las concentraciones que este lunes llenaron las plazas de las principales ciudades de todo el país en repulsa por este crimen homófobo.
Desde Time Out, reivindicamos el derecho a que cualquier persona, sea como sea, pueda ir a cualquier lugar de su ciudad y mostrar abiertamente cómo es, si es eso lo que le apetece. Sin reprimirse ni esconderse bajo otra apariencia para no llamar la atención. Y que hacerlo no sea ningún acto heroico: que no le suponga exponerse a miradas de desprecio, agresiones verbales o físicas, y muchísimo menos, a perder la vida.
No es un hecho aislado. La muerte de Samuel Luiz pasará a engrosar la lista de las agresiones que año tras años se dan en España. Y no es un fenómeno en retroceso, sino que ya se nos venía advirtiendo de que en los últimos cinco años se había registrado un aumento de los ataques homófobos. En 2019, el Observatorio Madrileño contra la homofobia, transfobia y bifobia contabilizó 321 incidentes de odio contra personas LGTBI+ en la Comunidad de Madrid: casi uno por día del año. En los seis primeros meses de 2021, en Catalunya ya se han registrado 113 ataques homófobos.
A pesar de estos datos preocupantes, en Time Out pensamos que somos mayoría los y las que creemos en la igualdad de las personas, más allá de su género, orientación sexual, religión o color de piel. Somos mayoría quienes preferimos la diversidad y el amor al odio y la ignorancia. Entre todos y todas debemos acabar con cualquier discurso de odio y acto de discriminación: por Samuel y por todas aquellas personas que han sufrido algún tipo de agresión, y para que de ahora en adelante nadie, nunca más, sufra violencia, simplemente, por ser como es.