Barcino y la conversión de los cultos paganos

En pleno siglo XXI cuesta creer que Occidente todavía mantenga festividades que, bajo el auspicio del Cristianismo, rescatan ritos y creencias forjadas en el paganismo del mundo clásico. Sin embargo, festividades como Todos los Santos, Navidad y Carnaval son ejemplos de esta apropiación que el calendario cristiano ha perpetrado sobre los cultos ancestrales. Barcelona, testigo de esta conversión forzosa que ha confundido los motivos originales de estas celebraciones, conserva todavía elementos y escenarios que nos permiten recuperar la esencia de una cosmovisión fantástica de ideas y creencias basadas en la tierra, las estaciones, los tiempo o la agricultura y capaces de cambiar por unos días el orden y la moral establecida.