Egipto en Barcelona

Dicen que María la Egipcíaca fue una santa que dejó la vida de pecado que llevaba para abrazar la vida monacal. En su nombre, el callejón que hay entre la calle del Carme y la del Hospital, a la altura de la Biblioteca de Cataluña, a mediados del siglo XVII se construyó un convento (el de las egipcíacas) donde se recluían las prostitutas que querían reconducir su vida. También cerraban a la fuerza las prostitutas durante las fiestas religiosas, para liberar a los buenos cristianos de su vista. Aquel convento, que más tarde se reconvirtió en prisión de mujeres, da nombre a la calle que hoy conocemos.

No hay mucha información sobre la alimentación de los faraones. Se sabe que el pan y la cerveza eran alimentos primarios y que la gente con dinero comía una carne que los esclavos sólo probaban cuando estaban extremadamente débiles. La gastronomía egipcia de hoy es muy variada, pero en Barcelona no es nada fácil encontrar. En el restaurante El Nilo, egipcio de referencia en la ciudad, encontrará buenas especialidades árabes: hummus, mutabal, pollo especiado... Lo mismo en el restaurante Tut. Quizás no comerás como faraones, pero sí como sultanes.

El Nilo. Dos de Maig, 241. Encants (L2)

Tut Restaurant: Provença, 369. Verdaguer (L4, L5)

Más de 10.000 documentos de investigación y estudio del Egipto faraónico. Esto es, ni más ni menos, lo que se encuentra en la biblioteca de la Fundación Arqueològica Clos, una entidad privada y sin ánimo de lucro que se fundó en el año 92 con la misión de promover el arte y la arqueología del antiguo Egipto. La biblioteca, con joyas del primer tercio del siglo XIX que hablan del reciente desciframiento de los jeroglíficos, está abierta al público, con previa reserva.

Tucho Beriain se introdujo en el mundo del tatuaje cuando tenía 18 años, en un estudio donde le enseñaron "todo lo que no tenía que hacer ni tatuando ni a la vida". Hace diez años que se dedica y ha viajado por todo el mundo con las agujas en la mochila, marcando la piel de la gente con la que se cruza como moneda de cambio. Hace tres años cayó rendido a la simbología de Egipto y a la dualidad belleza-oscuridad que le ve; un misterio que se ha convertido en una de sus grandes fuentes de inspiración.

Pide cita en @tuchoberiain

¿Qué hace, Ka, guardián de la tumba de Tutankamón, en la calle Vigatans? La respuesta: custodia la artesanía venida de Egipto que llegan a S.S. Art. En esta pequeña tienda del Born encontraréis cojines de piel, figuras de todos los faraones y diosas imaginables, lámparas de cristal y de latón y joyería hecha de minerales. Todo está hecho a mano dentro de los límites de Egipto y llevado, después, a este callejón de nuestra ciudad, donde Sonia y Youssef seleccionan cuidadosamente el material. Si hay un rincón de Egipto en Barcelona, ​​es este.

En las tumbas de las reinas de Egipto se han encontrado utensilios de belleza y fórmulas para preparar ungüentos y aceites que han llegado hasta nuestros días. En Alqvimia, casa de alta cosmética 100% natural, tienen una línea que se llama 'Reina de Egipto' y que tiene productos como un elixir corporal (por menos de 70 €) hecho con oleorresinas de incienso y mirra. Por otra parte, si desea saber qué es dormir de verdad, como si os acariciara una nube, provad las sábanas de algodón egipcio de Bassols, empresa textil fundada en 1790.

Ni es de granito rosado de Assuán, como el de Luxor, ni está cortado en un solo bloque de piedra, tal como lo hacían en el antiguo Egipto para simbolizar los rayos petrificados del rey Sol. Pero, eh, aquí también tenemos obelisco. Se levantó el año 36, obra de Josep Viladomat, como homenaje a Pi y Maragall y a los republicanos, pero durante la dictadura dieron la vuelta al homenaje coronándolo con un águila imperial. El año pasado se recuperó oficialmente el nombre de plaza del Cin d'Oros.

Aparte de tener un fondo bibliográfico colosal, la Fundació Arqueològica Clos es la madre del Museu Egipci; la colección privada abierta al público más importante de Europa. Para celebrar su 25 aniversario, la Fundació presenta 'Pasión por el Egipto faraónico. 200 años de coleccionismo en el Museu Egipci de Barcelona', una selección de un centenar de piezas entre las que hay joyitas como la estatua de un personaje noble del Reino Antiguo, Dinastía VI (2323 a 2150 aC), que fue una de las primeras piezas de la colección de Joan Clos.

¿Deseáis sentiros como Indiana Jones 'En busca del arca perdida '? Bien, en este caso no tendréis que correr delante de una gran bola de piedra que trata de pisaros. Pero sí os sentiréis como unos grandes exploradores que tratan de descifrar los misterios del antiguo Egipto entre faraones y pirámides. En Escape Barcelona os proponen dos juegos diferentes: 'La maldición del Faraón' y 'El templo perdido'. Recordad: aquel que tarde más de 60 minutos en salir, quedará atrapado para toda la eternidad preso de la maldición.