Escapada al Bages: la capital, vinos y castillos

El coliseo municipal manresano registra una actividad frenética que abarca espectáculos de todas las disciplinas imaginables, formación y un servicio educativo. ¡Ah! y bar-restaurante. Estamos en un edificio novecentista de los años 20 que cerró en los 80 y que resucitó en 2007 como teatro-auditorio. En la sala grande caben más de 800 almas, en la pequeña, polivalente, unas 200. Lo gestiona la asociación El Galliner y atrae a unos 75.000 espectadores cada año.

El héroe de la derrota de 1714, el consejero en jefe de Barcelona, ​​Rafael Casanova, nació en 1660 en esta casa de familia rural rica, que ha cambiado muy poco desde entonces. El edificio ya existía en el siglo XVI, pero el clan lo compró y reformó el siguiente; hay que contemplar en él la ventana gótica y las pinturas del XVIII, sobre el ciclo de Ester. Aloja una muestra sobre la época, la villa, la estirpe y el hombre, y, también, el archivo municipal y el museo local moianeses. Pertenece al Museu d’Història de Catalunya.

El complejo cultural y lúdico de la Fundació Catalunya–La Pedrera cerca de Manresa os invita a ir saboreándolo poco a poco, sin atragantaros: el monasterio románico de Sant Benet de Bages, la Fundació Alicia, los huertos ecológicos, el hotel, con los tres restaurantes –uno, con estrella Michelin–, y con espacio para eventos y encuentros... Recapitulando: arte, cocina y naturaleza para todos los públicos y gustos –y bolsillos–, ligados desde 2007 en una salsa aromática. ¿Cómo la probaréis?

Inédito y difícil de explicar. Abstracto y, al mismo tiempo, palpable. Y amplísimo: toda una comarca. Pero ¿qué demonios es un geoparque? Un parque geológico y minero. Un museo al aire libre que incluye casi todos los municipios del Bages más Collbató (Barcelona Norte), con cinco puntos de información y nueve centros: las cuevas del Salitre, las del Toll, Montserrat, Sant Llorenç, La Culla, Súria , el Museu de Geologia Valentí Masachs, Sallent y Cardona. Lo recorren dos rutas: Moià a Cardona y de Moià en Collbató.

Estáis sobre el último palmo de Principado que sucumbió a los Borbones en 1714. Refugio de vizcondes, condes y duques de Cardona durante siete siglos, "reyes sin corona" por el oro blanco –la sal–, es una mole imponente con dos tesoros: la divina colegiata románica de Sant Vicenç y la torre de la Minyona. Se añaden un claustro gótico, los baluartes del XVII... Alberga un parador, museizado hace poco, y constituye, todo él, un monumento del Museo de Historia de Catalunya.

No cierra jamás de los jamases. Expone la flor y nata del patrimonio de la abadía, reunido desde la devastación napoleónica. Nació en 1963, pero proviene de 1911, con los objetos de la expedición a Oriente Próximo del monje Bonaventura Ubach. Las salas modernistas de Puig i Cadafalch muestran, en dos plantas,  pinturas de los siglos XIX y XX –antigua, y contemporánea–, iconos bizantinos, orfebrería, piezas arqueológicas del mundo bíblico y 'NigraSum', sobre las peripecias de la virgen.

Aunque Santpedor ya queda bastante lejos de la costa, en el restaurante Tesis podréis probar un buen pescado y bien elaborado, ya sea una sopa de pescadores con frutos del mar, o un rape con puré de berenjena y dulce de tomate. Los carnívoros también disfrutarán con los platos: magret de pato, paletilla de cabrito al horno, jabalí... Siempre, eso sí, según disponibilidad del mercado y temporada. Un restaurante con una muy buena relación calidad-precio, con maestría en los fogones.  

Si cerráis los ojos y os ponéis la comida en la boca, tranquilamente podréis pensar que os encontráis en un restaurante en primera línea de costa. Pero no, estáis en Sant Fruitós del Bages, en Can Ladis, un restaurante que basa su oferta en el pescado y el marisco, y que sirve calamarcitos de costa salteados, rape a la marinera con almejas, calderetas, zarzuelas... en fin, que si sois de mar y cuando estéis en el Bages buscáis la sal, id a Can Ladis.

Acabadas de soplar las 40 velas, en Can Miliu disfrutan de su trabajo como el primer día, con un trato amable, cercano y familiar, y sobre todo con una comida para chuparse los dedos, basada en la cocina catalana y el producto de proximidad. Además hablamos de un restaurante muy completo, con espacios también para celebraciones, para comidas de empresa, o con terraza muy aprovechada por los fumadores y cuando llega el buen tiempo.

Al frente del Ospi -y de ahí el nombre del restaurante- está Oscar Piedra, cocinero experimentado y galardonado, y que propone dos líneas de cocina: por un lado la llamada cocina en miniatura, que se sirve en el bar-cafetería, y por otro platos de alta calidad gastronómica, basados en la cocina de mercado pero elaborados desde una perspectiva personal, de autor. Ofrece menús a precios diversos, y también servicio de catering, espacios para celebraciones...

Con el nombre del restaurante ya os podéis imaginar que aquí podréis comer pastas y pizzas. Pero no sólo. El Raviolo va mucho más allá y puede ser una elección excelente para disfrutar de un arroz negro, de un morro de bacalao o de un magret de pato. Productos de temporada de primera calidad y pasta elaborada a diario en obrador propio, en el centro de la capital del Bages.

El nombre le viene dado porque antiguamente allí donde hoy os podéis alojar se guardaba el vino. De olor a bodega ya no oleréis, pero sí podréis disfrutar de una excelente casa rural desde la que hay unos paisajes magníficos, y con disponibilidad de piscina, barbacoa, terraza, jardín... A dentro de la casa tampoco hemos echado en falta nada, y al lado mismo hay una masía con granja que seguro que hará las delicias de los pequeños. ¡Nos olvidábamos! La casa tiene capacidad para 6 personas, se alquila entera, y admite animales domésticos.

La finca de Cal Jan Bastardas data del siglo XVIII y ofrece unas magníficas panorámicas de la montaña de Montserrat. En el exterior hay jardín y piscina con terraza, mientras que el interior tiene cuatro habitaciones, chimenea, y todos los instrumentos necesarios para pasar unos días sin prácticamente moverse de este paraje. Ahora bien, si necesitáis algo de comida, sabed que a pocos metros hay una casa donde venden productos ecológicos y cátering.

Casa en el casco urbano de Talamanca con una capacidad de entre 8 y 10 personas, dividida en dos plantas diferenciadas: en la primera hay una sala-comedor, cocina, baño, terraza, dos habitaciones de matrimonio y una habitación individual; en la segunda hay un espacio tipo loft, con sala comedor, cocina, una cama de matrimonio, un sofá-cama y un baño. La terraza cuenta con barbacoa. Habitualmente se alquila la casa entera, pero según el número de personas también es posible ocupar una de las dos plantas.

Es el camping que se encuentra más cerca de la capital del Bages, y por tanto un buen lugar como punto de partida para hacer visitas a Manresa y a muchos otros lugares de interés que quedan muy cerca. La instalación rinde homenaje con su nombre a uno de los socios fundadores de la Unión Caravanista de Cataluña, entidad que gestiona el camping, y dispone de amplias parcelas, polideportivo, piscina, local social, parque infantil...

Hotel de ciudad cercano a la zona de ocio de Manresa, sin grandes lujos pero con todas las comodidades tanto si vais por ocio como por temas de trabajo. En este segundo caso, destacar las diversas salas de convenciones y reuniones de que dispone. Habitaciones bien equipadas y restaurante muy correcto, que ofrece cocina catalana y de mercado. Un cuarto de siglo hace que todos aquellos que quieren alojarse en la capital del Bages encuentran las puertas abiertas del hotel Els Noguers.