Hora Punta (CERRADO)

Se agradece que, en una ciudad que tiene cincuenta frankfurts por metro cuadrado, aparezca un local sencillo y eficaz como Hora Punta. No sé si a las nuevas generaciones les dice algo el Frankfurt Pedralbes, pero para la generación que aún íbamos a buscar los petates al Bruc es un lugar tan emblemático como la canción "Champú de huevo", éxito de los 80 interpretado por el hortera Tino Casal, en paz descanse.

Hora Punta está destinado a convertirse en el Frankfurt de las nuevas generaciones. La oferta es más extensa que la que estos establecimientos ofrecían hace unos años, aunque el local es más pequeño que el emblemático Pedralbes, pero los bocadillos de la carta son de calidad y no te sirven como si fueras una oveja de un rebaño a punto de pasar por el matadero.

Hora Punta es un buen lugar para ir en familia. Atención, sin embargo, si vais con adolescentes, que comen como si no hubiera un mañana, y todavía más en un lugar como este. Yo pedí una hamburguesa de curry y una tirolesa, salchicha blanca a las finas hierbas. Bratwurst, malagueña, chorizo criollo, pechuga de pollo, hamburguesa picante... Los bocadillos normales conviven con ofertas interesantes como una morcilla de níscalos y una hamburguesa de escalivada o de judías con alioli, y, para quien no quiera bocadillos o quiera un pequeño entrante, tiene la posibilidad de pedir, por ejemplo, unas croquetas de gorgonzola y nueces o de setas y foie, o una ensalada de cangrejo.

Toda esta oferta para devoradores de pan y no devoradores de pan puede ir bien humedecida con cervezas estatales o de importación, cavas, vinos y bebidas no alcohólicas, claro. Yo pedí una Chimay, una cerveza belga de siete grados, muy recomendable para los buenos bebedores de cerveza, que no es mi caso. Hora Punta es un local modesto y eficaz que merece un pequeño viaje para degustar sus sencillos y eficaces bocadillos.