3 motivos para hincarle el diente a Lomo Alto & Lomo Bajo

Esperamos que os hayáis afilado bien los dientes porque los necesitaréis a tono para hincar el diente en todo el abanico de carnes a probar. ¡Y podréis escogerlas en función de su pinta! Este restaurante es, sin duda, singular por sus cámaras propias de maduración y su obrador, todo esto abierto y a la vista del cliente a modo de vitrina. ¿Qué os apetece? Como si se tratara de una carnicería, solo hace falta que le echéis un vistazo al producto y decidir cuál os llama más la atención. Y es que en el piso de arriba, bautizado como LomoAlto, se comparte el proceso de selección, el corte de la pieza y la maduración más indicados para cada comensal, desde las más suaves de 30 días hasta maduraciones extremas con marca propia de la casa.
¿Ternera, vaca vieja o buey? Algunas de las razas más peculiares son la Rubia gallega, Asturiana de las Valles, Avileña, Bruna de los Pirineos o Wagyu. Una de las misiones del restaurante es hacer de divulgadores de la cultura de la carne, así que cualquier pregunta que tengáis, no dudéis en levantar la mano, que os explicarán con todo detalle los secretos de las carnes.

Este restaurante es un experto en el dominio del fuego y de las cocciones. ¿En su punto? ¿Más bien crudo? ¿Al horno, a la plancha, a la brasa? Pedid lo que más os plazca, pero recomendamos la brasa porque es una de sus especialidades. Y podréis comprobarlo en directo. Después de escoger las piezas en el mostrador de piezas de vacuno, el cliente podrá ver el trajín del personal de cocina, así como su precisión trabajando con el fuego. ¡El show culinario está más que garantizado!
Y no os preocupéis por si la carne se enfría mientras os entretenéis con otras labores sociales. Charlad y jugad con los amigos tanto como queráis, que cuentan con un sistema especial para que la carne se mantenga caliente. Cada mesa cuenta con su propia luz térmica que mantendrá la carne a la temperatura ideal sin modificar su punto de cocción.

El restaurante está situado en pleno Eixample y está dividido en dos plantas. La superior es más elegante: LomoAlto, un espacio exclusivo donde se podrá elegir entre carta o dos opciones de menú degustación, una con base de vaca vieja y otra a base de carne de buey -la estrella del restaurante-. ¿Un entrante de la carta interesante? Puerros a la brasa con picaña de vaca. De segundos, podréis escoger entre un montón de mezclas con la carne en el centro de la cuestión: entremeses, costillas a la plancha de varias especies de carne, steak tartar de buey o, incluso, algunos platos especiales de cerdo, pollo o cordero.
A su vez, el LomoBajo -con una decoración más desenfadada- ocupa la planta baja del restaurante. Este espacio está diseñado para saborear la alta gastronomía de la carne, pero entre panes. Aquí los protagonistas son los ‘rolls’ elaborados con pan inglés, las hamburguesas a base de pan de Bretzel y los pepitos de becerra con pan negro. Con la voluntad de reinventar y dignificar el bocadillo de carne, ¡LomoBajo ha diseñado una carta gourmet al mismo tiempo que informal y atrevida!
¿Preparados para degustar todo este festín?