En la planta baja del Hotel Grand Hyatt, Leña despliega un universo lleno de carnalidad y fuego lento, firmado por Dani García. Es un templo de la brasa donde cada pieza de carne se trata con un respeto reverencial, donde el humo y el calor transforman los ingredientes en verdaderas explosiones de sabor. El ambiente es cálido, con una luz tenue que acompaña una experiencia gastronómica que seduce desde el primer bocado.
Las mollejas de ternera al vino rancio llegan al plato con una textura suave e intensa, con ese toque ahumado que envuelve cada mordisco y hace que quieras otro. Los canelones a la catalana, clásicos y reconfortantes, son un festival de sabores: el pollo asado lentamente, la bechamel perfumada con hierbas secas, todo gratinado hasta alcanzar la excelencia. Y el pretzel de ternera ahumada es otro nivel: carne melosa y sabrosa, combinada con tártara, cebolla encurtida y pepinillo, que aportan frescura y equilibrio; un plato que enamora y sorprende.
Si queréis vivir la experiencia de Leña de una forma diferente, no os perdáis su brunch de fin de semana, que se celebra de 11 a 12:30 h. Una propuesta que lleva la brasa a primera hora, con platos icónicos de la carta adaptados a un momento del día en el que la fiesta del sabor se vuelve más luminosa. Huevos benedictinos con coppa de ternera, croissant relleno de helado de mantequilla y toffee de caramelo salado, y el foie para untar que se convierte en el protagonista indiscutible. Una explosión de sabores que despertará todos vuestros sentidos.
Reservad vuestra mesa y dejaos seducir por el sabor ahumado de Leña, una experiencia única.