Los Años Locos (CERRADO)

Los Años Locos tiene una cocina que es el colmo de la sencillez: un círculo donde arde la leña, y dos parrillas alimentadas por un anillo de fuego. Sí, esta es una de las pocas parrillas argentinas de verdad que hay en Barcelona, de aquellas en las que cochinillo y corderos se asan durante ocho horas.

Esta casa abrió en 1985 y desde entonces importa la mejor carne y hace sus tres salsas. Y que cuida hasta el más mínimo detalle aspectos secundarios que parecen cositas (como una ensalada de col impecable o una vinagreta al punto) pero que te hacen feliz. Las empanadas de punta de entrecot son sublimes, recién hechas, y el entrecot de ternera argentina, servido en un pequeño brasero para que termine al gusto, no tiene nada que envidiar a los chuletones con más fama de la Rioja.