Mismo texto, mismo director y misma compañía, excepto por una triste ausencia. Han pasado quince años y Javier Daulte se ha dejado convencer por el reparto que estrenó '4D Òptic' para regalarle al público barcelonés el más espectacular 'dejà vu' de la cartelera. El tiempo ha sido un factor a favor del proyecto. Los intérpretes –más allá de las complicidades personales retomadas– han madurado para acomodarse mejor a sus dobles papeles. Se percibe un control mayor de la energía y el coreográfico caos y ritmo que exige esta producción. Y la comedia no ha perdido ni un ápice de su capacidad de asombro.
El complejo y divertido juego dramático que plantea Daulte es inmarcesible. Un clásico del entretenimiento sofisticado a partir de su ingeniosa apropiación de la cultura popular y el cine de género: de la ciencia-ficción –con el inevitable accidente de laboratorio que aboca a la humanidad a la catástrofe– al thriller y las películas de acción y timadores, sin olvidar las biblias de los culebrones románticos. Una genialidad del autor argentino que de alguna manera creó escuela entre los dramaturgos catalanes.
Una propuesta tan artificial como brillante asimilada por el elenco con tanta naturalidad que es fácil empatizar con unos personajes colocados en situaciones imposibles. De entrada, no parecen tener tantas capas para introducir matices que los humanice. Pero están en su excelente trabajo. Están en la fragilidad de Nora Navas, la expresividad –casi de cine mudo– de David Vert, el histrionismo de diva de Sandra Monclús, la humanidad de Antònia Jaume, la vis cómica de Nuria Legarda, el galanismo de vieja escuela de Albert Triola, el fregolismo de Jordi Rico y el gesto medido de Carme Poll.
Dirección: Javier Daulte. Traducción: Toni Casares. Con: Carme Poll, Nora Navas, Antònia Jaume, Sandra Monclús, Núria Legarda, Jordi Rico, Albert Triola, David Vert.