Director: Joan Peris. Con: Eduard Farelo, Maria Lanau, Lluïsa Mallol, Marta Millà, Pere Ponce, Toni Sevilla.
Alan Ayckbourn es un autor de comedias que se toma muy en serio sus personajes. 'Absurds i singulars' es la historia de la ascensión de los Hopecroft y la caída de los Brewster-Wright y los Jackson en sucesivas Navidades. Tres parejas que reúnen una apreciable suma de defectos, neurosis y adicciones. En realidad habría que contabilizar también a los insoportables Potter, convertidos en un eco abandonado que llega del salón mientras los demás se refugian en la cocina. Una panda de seres imperfectos tratados con enorme respeto incluso cuando se obstinan en acelerar la tragedia –sin éxito– en medio de la más cotidiana indiferencia. A veces es más importante arreglar el sifón del fregadero que atender una tormenta de desesperación humana.
La versión de Joan Peris lima las aristas más hirientes de estos entrañables sacos de pecados y pecadillos. Por un momento –hasta que la maestría del autor se impone– podría pensarse que se está ante una versión escénica de Los Roper y sus estirados vecinos. Humor costumbrista con acento británico. Después la lógica del texto reconduce la comedia a su senda más sofisticada. Pero ese no es el principal problema de este montaje.
Preocupa más la falta de ritmo y una desangelada puesta en escena sólo compensada por el delirante vestuario setentero. Las risas tardan en arrancar, como si el espectador se las guardara para un diálogo o una situación especialmente cómica a punto de llegar. Brillantez que está ahí pero que la dirección no acaba de hacer presente. Sólo Marta Millà (excelente Eva) parece tenerlo claro, con una vis cómica que en cada acto se transforma, como Goldie Hawn en sus mejores películas.