Dramaturgia: Marc Artigau y Oriol Broggi. Dirección: Oriol Broggi. Con: Laura Aubert, Jordi Figueras, Toni Gomila, Montse Vellvehí, Ramon Vila, Oriol Broggi.
Hace dos años Oriol Broggi estrenaba '28 i mig', montaje que fusionaba el baúl de ficciones de Federico Fellini con el suyo propio. 'Al nostre gust' es un pálido reflejo de aquel recordado espectáculo que parecía un ejemplo de madurez creativa. Un universo cerrado en sí mismo pero desbordado de magia para despertar la ilusión que había un horizonte artístico sin límites. El hilo de Ariadna del director era fuerte y brillante para conducir al espectador por el laberinto dramático, asomarlo a la faz terrorífica del Minotauro, y luego sacarlo del palacio encantado sano y salvo.
Ese hilo ahora está gastado, deshilachado, a punto de romperse. El espectador duda, titubea, se siente cansado antes incluso de responder a la nueva invitación de adentrarse en el laberinto con los mismos cantos de sirena: Pirandello, Chéjov, Estellès, Shakespeare, incluso regresa –como atrapado en una maldición– la bronca voz de Vinicio Capossela. También tenía entonces una compañía más sólida.
Comienza a ser preocupante que Broggi sienta la recurrente necesidad de hacer un teatro de recapitulación; insistir una y otra vez en el teorema dramático-artístico que se engendra entre las paredes de la Biblioteca de Catalunya. El oficio que aplica es de una estética incontestable. Ha creado estilo. Pero la bella forma comienza a ser fórmula y el fondo encogiéndose como un rastro de agua menguante por la sequía de nuevas ideas.
El preciosismo de la simplicidad no es una opción caduca si viene acompañada por historias que interesen, por relatos que aporten vida a una habitación repleta de quejosos fantasmas teatrales por el delicado abuso al cual son sometidos temporada tras temporada.