¿Qué será de las relaciones humanas en un futuro donde los robots estarán tan humanizados como para mantener relaciones sexuales con los humanos? Marc Artigau lo plantea en un texto en el que confronta una mujer de 60 años que convive con una androide y su antiguo amante, quien querría recuperar la relación y que siente rechazo por este robot que se parece rabiosamente a Alba cuando era joven.
Buenas intenciones que se diluyen en un texto sin teatralidad, con unos personajes tan ausentes de alma como la actriz robot que los acompaña y que intenta establecer una relación dramática con el tríptico de El Bosco del título que no queda nada clara y que incluso puede resultar pretenciosa. Tampoco ayuda una dirección bien resuelta en cuanto a Lluís Marco y Montse Guallar, pero bastante menos en el tráfico escénico de cambios de perspectiva de la escena.
Sobre cuestiones muy similares y con una exposición modélica nos instruyó e incluso deleitó Stefan Kaegi en Temporada Alta con 'Uncanny Valley' y donde el robot era mecánico por mucho que se pareciera al original del escritor alemán Thomas Melle.
Autoría: Marc Artigau. Dirección: Raimon Molins. Con: Lluís Marco, Montse Guallar y Claudia Riera.